La NBA atraviesa un momento bastante complicado en la presente temporada. Lo que había sido un inicio de campaña 2020-21 bastante favorable se ha convertido en un rosario de positivos por Covid-19, jugadores y staff técnico en cuarentena o rastreados, bajas, equipos en cuadro y hasta partidos suspendidos.

El último episodio de este caos ha sido uno de los más inverosímiles. El positivo por coronavirus de Jayson Tatum hizo saltar las alarmas en unos Boston Celtics que no estaban seguros de poner reunir suficientes jugadores para enfrentarse a los Miami Heat. Sin embargo, en un giro de los acontecimientos, el partido tuvo que terminar suspendiéndose porque fue el conjunto de Florida el que no pudo reunir ocho integrantes de su plantilla.

Este lunes, la NBA también anunció la suspensión de otro partido de los verdes, en este caso, el que les enfrentaba a los Chicago Bulls en la noche del martes, después de que los de Boston no pudiesen alcanzar los ocho jugadores mínimos requeridos. Lo mismo ha ocurrido con la visita de los New Orleans Pelicans a los Dallas Mavericks.

Aunque el ‘efecto Jayson Tatum’ no acabó ahí. Bradley Beal, jugador de los Washington Wizards, pasó a ser contacto directo del alero de los Celtics por haber estado hablando con él y defenderse mutuamente durante el encuentro entre Boston y Washington. Ahí comenzaba una cascada de positivos y rastreos.

Antes de que se suspendiese el Celtics-Heat, los Wizards se habían enfrentado a los Philadelphia 76ers, que estaban con lo justo al sufrir varias bajas relacionadas con el Covid-19 y el positivo de Seth Curry. Esto les llevó a jugar con sólo ocho miembros de su plantilla contra los Denver Nuggets.

El desenlace de esta cadena y otros positivos por coronavirus puso a la jornada del domingo entre la espada y la pared. Con ocho partidos por disputarse, 22 jugadores fueron baja por temas sanitarios y 43 más o lesionados o cuestionables por problemas físicos.

“No hay intención de parar. Seguiremos los consejos de nuestros expertos médicos. Contábamos con que iba a haber aplazamientos y preparamos así el calendario”

Los equipos no están pudiendo entrenar con normalidad debido a las ausencias de jugadores que deben pasar cuarentena debido a su contacto directo con positivos y las lesiones se están multiplicando este temporada, que para colmo sólo tendrá 72 partidos y con menos jornadas de descanso para todos los equipos.

Sin embargo, la propia NBA se mantiene firme en lo referente a no detener la competición ni llevar a cabo una burbuja como la de Orlando que salvó la temporada el curso pasado. Aunque no se descarta una medida similar para los playoffs 2021, que darían comienzo el 22 de mayo.

Mike Bass, portavoz de la NBA, declaró recientemente que no se baraja la opción de suspender la temporada. “No hay intención de parar. Seguiremos los consejos de nuestros expertos médicos. Contábamos con que iba a haber aplazamientos y preparamos así el calendario”, comentó a ESPN. De momento, la Liga sólo hizo oficial el calendario para la primera mitad de la campaña, por lo que el Celtics-Heat suspendido (y el resto de partidos que se espera que haya) puedan ser reubicados en la segunda mitad de curso.