Philippe Coutinho lo va a volver a intentar en el Barça. Al menos, eso parece. Y Koeman le va a ayudar. Al menos, eso ha insinuado. El entrenador holandés le ha dado dos puestos de privilegio, concretamente los dos que más le gustan, en los amistosos ante el Nàstic y el Girona. El brasileño ha correspondido el gesto de su nuevo entrenador con buena actitud en el campo, dos goles y varias jugadas de mérito. Pero, sobre todo, con soltura y actitud en el campo. Y con la sensación de estar protegido por un técnico que este miércoles le elogió y dio a entender que le va a dar las condiciones necesarias para ser un futbolista importante en el Barça del holandés.

La decisión de Koeman de poner a Coutinho como enganche en el primer partido debe mirarse con amplitud de miras. Por un lado, le hace un hueco en el equipo si Messi juega pegado a la banda derecha. De momento, lo ha puesto al menos al nivel de Griezmannm que no es un nueve y podrá jugar también como enganche. Da la sensación de que Coutinho quiere luchar y recuperar prestigio. Le ayudan varios factores. Primero, el sistema. Luego, las expectativas. Se espera poco de él y, viniendo de abajo hacia arriba, puede destacar. Y luego, su buena relación con Messi. También, por supuesto, su calidad. Coutinho es un jugador que ha demostrado tener problemas para luchar contra el peso de la cifra de su traspaso y contra el runrún de la afición. Pero que con viento a favor puede funcionar. Y ahora, le sopla en ventaja.