Unos cuantos zascas por aquí, otras cuantas bocas cerradas por allá, Fernando Alonso avisaba en la víspera que había algo escondido en el bolsillo del Alpine y entre eso y lo que suele tener él también, volvió a cuajar una gran calificación cuando todo parecía abocado a caer en la Q3, como le ocurrió a Esteban Ocon, su compañero. "Así que estaba oxidado... dos años", decía bromeando con Carlos Sainz, con quien se abrazó en la zona mixta con los medios."Que cabrón, buena qualy para estar dos años parado", decía Carlos.
"Estoy muy contento, porque todo el fin de semana ha sido difícil. Tenía poca confianza en la parte trasera del coche y hemos trabajado un poco en el set-up, pero nunca acababa de ganar esa confianza. Luego, los neumáticos, esa primera vuelta con ese pico de prestaciones tampoco los entiendo al 100%. Por tanto, sabía que iba a tener un reto ahí, pero ha ido todo muy bien, mejor de lo esperado", reconocía en DAZN justo al bajarse del coche. "No creo que esta calificación venga de mi experiencia, eso vendrá más adelante de mi parte".
"En la primera clasificación nunca sabes dónde estás y tampoco esperábamos nada en especial. Cada vez que paraba en el box miraba el monitor y no sabía si estaba quinto o decimoséptimo. En los libres teníamos la impresión de que íbamos con un poco más guardado que nuestros rivales, pero también es cierto que estábamos a dos segundos y medio en algunos de los libres y no teníamos dos segundos en el bolsillo", decía con una sonrisa que se podía adivinar tras la mascarilla de Alpine y recordando que aún está en fase de reentrada en el paddock.
Aún me faltan dos carreras para sacar todo al coche y poder estar al cien por cien
"Mañana me toca una carrera de muchas cosas por primera vez: la salida por primera vez, la primera curva, la degradación de los neumáticos, los pit-stops... creo que voy a vivir muchas cosas nuevamente y tengo ganas de hacerlo. Voy a intentar ejecutar la carrera de la mejor manera posible o sin errores por mi parte: hacer una buena salida, una buena reacción al semáforo. Parecen cosas banales, pero hace dos años y medio que no reacciono a un semáforo porque las salidas en el WEC y en Indianápolis son lanzadas. No me pongo un puesto concreto para ser más o menos feliz".
"Esas pequeñas cosas, aguantar la presión, la adrenalina, no tocarse... sin prometer nada, pero a intentar ejecutar la carrera lo mejor que podamos. Si eso es suficiente para hacer séptimo, bienvenido; si somos duodécimos, es que ha habido once coches y once pilotos más rápidos que nosotros", termina.