Debut de pesadilla para João Félix

El que iba a ser, para João Félix y los aficionados Blues, el debut de la ilusión terminó convirtiéndose en un estreno para olvidar. Se las prometía muy felices el portugués cuando, tras salir de titular tan solo un día después de oficializarse su llegada, culminó la primera mitad como el jugador más destacado de los suyos. Pero poco le duraría la alegría al luso. Ni una hora completa permaneció en el terreno de juego en su estreno como Blue: en 58 minutos, seis disparos y una roja directa. El colegiado del encuentro sancionó duramente el plantillazo del portugués. Por si no era suficiente, a falta de 15 minutos, los locales volvieron a adelantarse en el marcador. Carlos Vinicius hizo, con la ayuda del portero español del Chelsea, el segundo y definitivo tanto del Fulham para ahondar, aún más, en la crisis del equipo de Graham Potter. Quien venía a solucionarle problemas al inglés le generó uno aún más importante.

Leno frena a João

Del Chelsea saltaron al terreno de juego 11 futbolistas, pero todos los focos apuntaron desde el primer minuto a João Félix. El exatlético, con apenas un entrenamiento en sus piernas, salió de inicio. Y vista la confianza depositada por Graham Potter en su estreno ante el Fulham, el portugués quiso estar a la altura. Durante el primer tramo de partido, todos los balones y jugadas de ataque pasaban por João Félix. Hasta el punto de que la primera ocasión del Chelsea, en el 1′, fue la primera muestra de calidad del luso con la elástica Blue: desmarque, caño y pase al interior del área para que Kai Havertz y Lewis Hall pusieran a prueba a Bernd Leno. Los Cottagers tomaron entonces la decisión de frenar al atacante portugués de la única forma posible. Es decir, con faltas. En menos de 15 minutos, João Félix ya había provocado, él solo, dos tarjetas amarillas. Los ofrecimientos para combinar y elaborar eran constantes, así como las ocasiones generadas (cuatro disparos en 45 minutos), hasta el punto de pecar en ocasiones de individualista.

El problema para João Félix, y para el propio Chelsea, es que el de Graham Potter es un equipo con una buena propuesta de juego, que genera mucho en ataque, pero que transmite la sensación de bajar los brazos demasiado pronto. A pesar de las grandes intervenciones de Bernd Leno durante la primera mitad, los pupilos de Marco Silva contuvieron muy bien a sus vecinos de Londres. No se amedrentaron en ningún momento. Fruto de ello llegaron, primero, el zapatazo que Bobby Reid estrelló en el larguero y, antes de la media hora de encuentro, el 1-0 de Willian. El disparo desde la esquina del área del exjugador del Chelsea se encontró con las piernas de Trevoh Chalobah, quien protagonizó una primera mitad marcada por las dudas, y el rebote fue a parar al interior de la portería de Kepa Arrizabalaga. Con o sin João Félix en el terreno de juego, la historia de este Chelsea, especialmente en el aspecto defensivo, seguía siendo la misma. Tan fácil generan como se les genera.

Cinco minutos para el olvido

La segunda parte arrancaba de la mejor manera para el Chelsea. En la primera ocasión de los 45 minutos, generada por el canterano Lewis Hall, los de Graham Potter lograban empatar. La reacción de los Blues era impecable. La falta que provocó el carrilero zurdo, botada por Mason Mount, se estrelló en el palo y Kalidou Koulibaly cazó el rechace en el área. Bernd Leno intentó taponar el disparo, pero el balón ya había sobrepasado la línea de gol. Minuto 47 y 1-1. El Chelsea tenía por delante toda la segunda mitad para darle la vuelta al partido. Si no fuera por la maldición que le cayó a Graham Potter desde que se sentó en el banquillo local de Stamford Bridge. Cinco minutos para el olvido y un gol que, a la postre, terminó siendo definitivo condenaron, otra vez, al técnico inglés.

La lesión de Denis Zakaria en el minuto 55 no fue el mejor augurio de lo que se venía. El centrocampista suizo, que durante los últimos encuentros se había convertido en un fijo para el técnico inglés, pedía el cambio. Con ostensibles gestos de dolor, así como de rabia, el ex de la Juventus de Turín abandonaba el terreno de juego cojeando. Su rodilla dijo basta. Pero no sería el único jugador del Chelsea que abandonó el encuentro antes de la media hora de partido. Aunque, en el caso de João Félix, su marcha no se produjo por una lesión.

El portugués, héroe de los Blues durante los primeros 45 minutos, pasó a ser villano. El exatlético fue con la planta del pie demasiado alta y se llevó por delante a un jugador del Fulham. David Coote, colegiado del encuentro, no dudó: roja directa. Debut y expulsión. El jugador que había aglutinado todo el fútbol ofensivo de su equipo hasta el momento, camino de vestuarios. Su gesto de incredulidad, tapándose por momentos el rostro con la camiseta, hablaba por sí solo. Menudo estreno para João Félix, que además se perderá los próximos tres encuentros de Premier League. Con todo y con eso, al partido aún le restaba más de media hora, la cual tendrían que afrontar los visitantes con 10 jugadores. Tiempo suficiente para que los problemas del Chelsea fueran a más. Un centro lateral del Fulham a los 73 minutos, y una mala salida de Kepa Arrizabalaga, provocaron el 2-1 de los Cottagers. Carlos Vinicius, quien hizo las veces del sancionado Aleksandar Mitrovic, aprovechó el fallo del portero español para cabecear a puerta vacía. Los Blues no cesaron en su empeño de volver a igualar el choque, e incluso Kai Havertz dispuso de una última y clara ocasión en el descuento, pero Bernd Leno se mostró tan firme como en la primera mitad. Y el marcador ya no se movió.

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