DOUGLAS YSMAEL JORDÁN DELGADO

Se ha marchado nuestro Gran Jefe, nuestro Líder y Amigo, ejemplo a seguir por todos nosotros en la Corporación Facilito, C.A. Organización comercial que con gran esfuerzo y dedicación la convirtió en una empresa líder en Venezuela.
Queremos compartir un resumen de su historia.
El señor Douglas Jordán nació el 19 de Septiembre de 1958 en la ciudad de Coro, estado Falcón, junto a 7 hermanos, era el más carismático, tanto así que estando embarazada su madre, Blanca María (“Manca” como la llamó él), el Negro Felipe le dijo que “llevaba en su vientre a una persona que se convertiría en grande, que tendría muchos “cobres” y sería una persona muy importante”. -En Falcón cobre significa dinero-.
Era tan cabezón que su madre, tuvo que parirlo en una clínica de Coro. Mientras que todos sus hermanos y hermanas nacieron en Tacuato con la ayuda de una partera.
Desde muy chiquitico le gustó trabajar…
Tendría de 10 a 12 años cuando empezó por su cuenta a forjarse un camino de independencia económica no porque tenía amor al dinero sino por el compromiso de ser alguien en la vida frente a su familia…
Llegó a realizar múltiples tareas, y entre ellas recogía alambres de cobre y latas de aluminio para venderlas ¿imposible de creer, no?
Pescaba en la noche con su tío Víctor Jordán, quien con mano dura lo enseñaba y dirigía, y no viendo lo malo se enfocó en lo que podía aprender de él. (No es el trabajo ni las vicisitudes que se puedan vivir, sino lo que nos queda como enseñanza, “si la vida te da limones, pues aprende hacer limonada”.
Arreglaba sus pescaditos y los iba a vender rápido entre los vecinos antes de llegar a la escuela, para asistir a clases como debía ser…
Después de escuela trabajaba echando gasolina en la Bomba de Tacuato, a veces se lo llevaban al pueblo de Adicora para ayudar en un restaurante como mesonero.
Uno de sus trabajos más difíciles fue extraer sal de las salinas de Tacuato.
Cuando tenía 14 años, murió de un infarto su papá Antonio Ramón, y su amor al trabajo se volvió necesidad debido a los bajos recursos de su familia, tendría que enfocarse en apoyar a su madre y hermanos, quienes debían subsistir gracias a la venta de sombreros de palma que hacía la señora Blanca.
El señor Douglas sintiéndose el pilar de la familia, comenzó a buscar otros medios de ingresos, vendiendo “Pollas”, un juego de azar usado mucho en la época. Su rutina llego a tomar como 5 trabajos distintos al mismo tiempo.
Con la plata que llegaba a ganar, les hacía regalos a todos los miembros de la casa, desde su madre hasta el hermano menor, los ponía en fila india y a cada uno le daba su regalo…
Ahí comenzó a DAR sin esperar nada a cambio.
Su madre le daba tanto sentimiento verlo trabajar tan duro que le pide a Minerva (Hermana Mayor), quien es graduada de enfermaría, que se lo llevara “a estudiar” a Maracay… A fin de evitar que trabajara tanto y se enfocara en lo que un muchacho de su edad debía aprender. (Ella solo quería que su hijo estudiara).
Cumplió 16 años ya estando en Maracay, ciudad donde a la postre triunfaría. Efectivamente, llega a estudiar cómo se lo pidió su mamá. Pero para poder mantener los estudios tiene que comenzar a trabajar. Casi imposible de evitar en él…
Con un señor de apellido Sánchez comenzó su primer trabajo como albañil, reventando pisos, mezclando cemento, entre otros. Un trabajo duro, un trabajo de un hombre adulto.
Después pasó a ser caletero en una tienda de unos árabes que le dieron la oportunidad de seguir probando nuevas labores.
Estudiando de noche, llegó a pasar a un nuevo trabajo cuidando un estacionamiento (donde ahora es el C.C. Ríos), pudiendo así repasar las tareas del liceo mientras vigilaba dicho lugar, y medio pegaba el ojo en una silla de extensión, con la luna de techo. Así pasaba las noches de guardia.
Ahorró y compró una maquinita con la que vendía helados de barquilla en el día. Se ganó el cariño de los árabes (Fadel) cuando vieron su esfuerzo y que ese estacionamiento comenzó a producir muchísimo más gracias a sus ideas innovadoras. Se le ocurre guardar los cajones de los buhoneros de noche para que el estacionamiento produjera tanto en la noche como en el día.
Construyen el C.C. Ríos y le tocó pasar coleto también. ¿Qué no hizo para buscar progreso y un mejor futuro?
Tuvo una tienda de ropa, una floristería, y finalmente se asoció con un árabe llamado Samir en una agencia de lotería llamada el Billete, la cual no daba las ganancias que se esperaba y estuvo a punto de no saber más nada de ese tipo de negocios para seguir probando otras actividades comerciales. Pero uno de sus hermanos, al que le llaman “Gollo” le dijo “hey Chicho (Douglas), la lotería sí da, pero ese árabe como que nos esconde algo”…
Es allí cuando con su hermano del alma, su hermanito José Gregorio que también llegó a los años a Maracay, decide montar su primera agencia propia. El señor Douglas le dijo a su hermano “¿Qué nombre le ponemos a la agencia?”, surgió el nombre de Facilito, Gollo como que se copió el nombre de un billete de lotería que existió y más nunca salió.
En la Avenida Miranda, al lado de Discos Mora, alquilan un local, la primera Agencia de Lotería Facilito, llamada Oro. Ahí nació la magia, la felicidad, la empresa que daría trabajo a miles de personas, tanto en Maracay como en varios estados de Venezuela. Por supuesto, se dieron cuenta que era el negocio del futuro. Ese futuro que el señor Douglas llegó buscando a Maracay.
Innovando, con trabajo fuerte y responsable, se dedicaron a darle prestigio y nivel a un negocio que siempre fue tratado por mucha gente, y todavía, como taguara. Pero “Facilito” era otra cosa. Algo más grande, más nivel, más caché, dignificó dicha actividad comercial. Por eso vemos agencias de lotería muy bonitas.
Con muchos problemas, claro, a veces necesitando dinero y empeñando lo que poseía y tratando de no gastar para poder pagar premios, pagar la nómina, con lo que a veces solo podía llegar a comerse tan solo un perro caliente y a veces sin nada que comer.
Así fue creciendo la empresa. Hoy en día más de 500 sucursales que dan empleos estables, pagos bien remunerados y alrededor de mil familias a nivel nacional se sustentan de Facilito... El pueblo se siente seguro, que gane lo que gane, tiene su premio en taquilla. A lo largo de los años se consolidó una confianza y prestigio que no todo el mundo tiene en Venezuela. Gracias a la mente e inteligencia de este gran hombre.
Continuó así el señor Douglas su camino al éxito, empresario, pero nunca perdió la HUMILDAD y SENCILLEZ.
Ayudaba a quien lo merecía, daba el pescado y además te enseñaba a pescar. Muchísimas personas tenemos el pan nuestro de cada día gracias a su visión que hoy perdura como un pilar fuerte entre tantas tempestades que nos azotan.
Que el Señor Nuestro Dios te tenga en su santa gloria y nos brinde la sabiduría para mantener en pie todo lo que construyó este excepcional hombre, que con esfuerzo forjó y cuidó desde el trabajo más básico hasta lo más alto siendo presidente de la empresa, dando el ejemplo haciendo su labor con esmero y dedicación en cada uno de esos puestos, porque no importa el lugar donde estés, el éxito llega si se hace bien y de manera honrada.
Te agradecemos de por vida por todo lo que nos diste, tus enseñanzas y todo tu apoyo, lo excelente Jefe que fuiste, un Líder, un Amigo, Tío, Primo, Padrino, Hermano, y para muchos eras más que eso, eras un Padre, porque a pesar de haberte marchado de este mundo nos has dejado un pedacito de ti en cada uno de nuestros corazones.
La voluntad de Dios es perfecta, y aunque Douglas Jordán ya no esté físicamente, su esencia queda, su voz se escucha, lo sentimos sonreír con su buen humor y picardía, su legado de trabajo, bondad y humildad será eterno.
Adiós Querido Jefe.
Tu Familia de Corporación Facilito, C.A.
Paz a su alma.

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