Operación París: el Dream Team reta a Francia en una final de leyenda
Se merece un título de película. Pueden ser los Vengadores, por aquel mensaje de LeBron James tras la humillación en Manila del Mundial. O cualquiera que protagonice Tom Cruise, del que se rumorea que brillará en la Clausura de los Juegos y habitúa a salirse con la suya. Para el 'Dream Team', aspirante a ser el mejor equipo jamás creado y que es, o se acerca mucho, a ser el mejor desde 1992, es una 'Operación París'. Vinieron para esto. Para la gran final de los Juegos Olímpicos de París 2024 en París-Bercy y ante la anfitriona, Francia. Sonará 'La Marsellesa'.
Estados Unidos ya está curada de espanto tras uno de los mejores partidos FIBA de siempre (junto a las finales olímpicas de 2008 y 2012, y las semifinales y partido por el bronce del último Mundial). Batió a Serbia tras 35 minutos perdiendo, con un 32-15 final que cambió todo. "Queda uno más", repitió el 'Rey'. Es su mentalidad. Tras sufrir, el premio está cerca.
LAPRESSE
Ganar no es optativo para el 'Team USA'. Es la única forma de validar un proyecto que une a los mejores jugadores de una generación gloriosa. Los lidera LeBron, su mejor valorado porque monopoliza la creación y la decisión de los partidos. Si no llega el oro, los problemas. Aunque hay algunas voces que ya dejan claro que tienen dudas con ellos. "Pasan cosas extrañas. No necesitan esto", dijo Svetislav Pesic, seleccionador serbio, tras la semifinal y el arbitraje de la misma. "No es normal que tengamos al mejor jugador del mundo y solo consiga cuatro tiros libres", reclamó.
También hubo una reacción en materia de actitud de Estados Unidos. Dicen que se 'picaron' tras un gesto de Bogdan Bogdanovic hacia su banquillo y hacia un Carmelo Anthony que estaba a su lado. Con los tres dedos característicos de la leyenda. De ahí nació otro empujón que propició la remontada. Y se sumó ese triple que Ognen Dobric siempre recordará tras fallar solo. Ahí cambió todo y la final olímpica de Tokio volverá a darse.
Francia, un sueño
Somos 'gentuza' y cuando jugamos como 'gentuza', nadie puede ganarnos
Isaia Cordinier
En el otro lado está la anfitriona, Francia. Su última imagen es poderosa. "On est en final", gritaban 15.000 almas en Bercy tras derrocar al oro mundial, Alemania, y cerrar unos cruces prodigiosos rumbo a la final. Venían en crisis, tras ser apaleados por la propia selección teutona en los grupos de Lille y por un vestuario que se rompía. "El ataque no tiene sentido", decía Evan Fournier. "No tiene derecho a decir eso", contestó Vincent Collet, su seleccionador. De ahí surgió un equipo nuevo. Gobert no aparece apenas, Wembanyama tiene otro rol, más de equilibrio en defensa, y tres guerreros habituales en Euroliga son sus dinamiteros: Isaia Cordinier, Mathias Lessort y Guerschon Yabusele.
Wembayama celebra. LAPRESSE
En otras palabras, Francia bajó al barro. "Somos 'gentuza' y cuando jugamos como 'gentuza', nadie puede ganarnos", reclamó Cordinier. Utilizó el lenguaje propio de la calle en Francia, y uno que inspira a la nueva versión del equipo. Luchador, aguerrido y sin creer que son más grandes de lo que lo son.
Francia vivirá una cita histórica. Lucharán por ser el tercer anfitrión, tras Estados Unidos en Los Ángeles 1984 y Atlanta 1996, en ganar en casa. Y serán el segundo en obtener medalla en sus Juegos tras los estadounidenses y la URSS en Moscú 1980. "Nos da una energía que en otro lugar no existe", contó Victor Wembanyama. "Lo sentimos todos. Amamos nuestra camiseta y nuestro país", agregó.
En La Marsellesa hablamos de derramar sangre. Me ofrezco para ganar el oro
Victor Wembanyama
'La Marsellesa' retumbará. "Ahí hablan de derramar sangre. Derramaremos nuestra sangre en cancha por ganar el oro. Me ofrezco", cerró 'Wemby'. Pero estará el Dream Team y la búsqueda de un oro de leyenda para elevar una generación a una posición casi inigualable en la leyenda del deporte universal.
