Duro revés al PSG en Rennes
Tener a Neymar, Di María, Mbappé y Messi en tu once titular, por increíble que parezca, no es sinónimo de victoria. Esa es la lección que ha aprendido hoy el PSG y sobre todo Pochettino, que salió a jugar en Rennes con un once plagado de delanteros y de estrellas en el que la palabra defender le suena a otro idioma. De la satisfacción ante el City, el conjunto parisino pasó a la decepción ante el Rennes, que ganó 2-0, pudo marcar más goles y expuso las carencias de un equipo frágil en defensa y con muchos problemas para ser sólido.
El PSG se ha convertido en un equipo en el que cada partido se analiza con lupa. Cada alineación de Pochettino supone un análisis milimétrico por parte de un club que, actualmente, se ha transformado en el epicentro del fútbol mundial al reunir línea por línea a estrellas de primerísimo nivel. Este domingo, ante el Rennes, el técnico argentino volvió a salir con Donnarumma de titular en la portería y juntó a su trío mágico en ataque, además de Di María, un multiusos al que nadie le ha sacado del once ni tan siquiera con la llegada de Messi a París. El encuentro ante el City del martes había desatado la euforia en la capital francesa y este domingo el PSG buscaba la novena victoria consecutiva en la Ligue 1.
El Rennes no fue la excepción de los equipos que le han complicado al PSG por el mero hecho de jugar con cuatro delanteros cuya implicación defensiva es prácticamente un espejismo. Los de Genésio dominaron los primeros 30 minutos, sobre todo generando peligro con Sulemana, un extremo izquierdo de 18 años que fue una pesadilla para Achraf cada vez que cogía la pelota. El ghanés tuvo el 1-0 con un disparo en la frontal con la izquierda, pero su remate rozó la escuadra.
El PSG, consciente de los problemas que le supone tener un equipo tan ofensivo, decidió, por medio de un ajuste de Pochettino, juntar a Neymar y Messi entre líneas. Con el argentino cerca del brasileño, el Rennes dio un paso atrás y la suficiencia con la que jugaba durante el inicio se pasó a un equipo a merced del talento ofensivo rival. Mbappé, Neymar, en dos ocasiones clarísimas, anticiparon un gol que estuvo a punto de producirse por parte de Messi, que con un remate de falta que tantos y tantos años ha perfeccionado en Barcelona, estrelló en el larguero la ocasión más clara hasta el momento para el PSG. Messi, que a partir del minuto 30 generó hasta tres ocasiones clara de gol, fue imparable para un Rennes que pedía a gritos el descanso.
Sin embargo, en el fútbol, los goles no se merecen, se marcan. El Rennes, que parecía muerto con el recital de Messi, encontró un contragolpe en el último minuto de la primera mitad que acabó materializando Laborde. El centro de Sulemana, preciso al segundo palo, fue la culminación a una gran primera parte del extremo, que fue una pesadilla para Achraf durante todo el primer acto.
De forma inaudita, el PSG volvió a encajar gol nada más comenzar la segunda mitad. Fue literalmente en el segundo 18 y tras sacar de centro el Rennes. Taït aprovechó un gran centro de Laborde para marcar a placer e instalar todavía más los nervios en un equipo que solo piensa en atacar, pero no en defender. A partir de entonces, las llegadas en el área de Donnarumma se sucedieron y el PSG, noqueado por el gol, fue incapaz durante mucho tiempo de salir de su campo y, aunque Mbappé redujo distancias en un gran contragolpe, el VAR se encargó de hacerle todavía más negro el mediodía al conjunto parisino. Un VAR que también anuló el penalti de Achraf sobre Laborde y que no varió mucho el marcador, ya que el Rennes derrotó al PSG por 2-0 y batió por primera vez al PSG en la Ligue 1.