Ecuador frena a Brasil y logra el pase para los cuartos de final
Fue con sufrimiento y sobre la bocina, pero Ecuador al final logró quedarese con la última plaza en los cuartos de final de la Copa América tras sacar un valiente empate contra Brasil (1-1) en la última jornada de la fase de grupos de la competición. La Tri se enfrentará al líder del Grupo A, entre Argentina, Paraguay o Uruguay, que será definido tras la jornada de este lunes.
Brasil entró en campo clasificada como primera del Grupo B, con pleno de victorias, una racha de diez triunfos consecutivos y Tite hizo diez cambios en el once titular. Dio descanso hasta a Neymar y la canarinha echó en falta a su estrella, principalmente a la hora del último pase siempre que intentaba acercarse al área ecuatoriana.
Sin embargo Brasil dominó la primera parte con unos 70% de posesión y Éder Militão marcó el 1-0 de cabeza en el 37', tras una falta lanzada por Everton Cebolinha desde la banda derecha hacia el área. El central del Real Madrid subió más alto que los defensas rivales y marcó con un bonito cabezazo.
El susto vino cinco minutos después, tras una jugada irresponsable de Enner Valencia que se tiró contra Marquinhos y Lodi en una disputa de balón en el área brasileña y noqueó a ambos. El central del PSG se recuperó pero el lateral del Atlético de Madrid se fue al vestuario cojeando y con la mano en la espalda. Lodi intentó volver en la segunda parte pero pidió el cambio a los 49', cuando dejó el terreno de juego llorando de dolor y decepción.
Con la derrota y el empate en el descanso entre Venezuela y Perú, Ecuador estaba eliminada y sus jugadores volvieron a la segunda parte con la urgencia de sumar al menos un punto para clasificarse. Y lo logró con Mena, que sacó provecho de un balón perdido tras un corner en el área brasileña para empatar el partido.
Ecuador siguió atacando y buscando la victoria ante una Brasil irreconocible sin sus grandes nombres. Tite aun sacó a Casemiro, Vini y Richarlison al final del encuentro, pero los cambios poco aportaron a un partido que parecía protocolario para una canarinha poco motivada.