El discóbolo Alekna acaba con el récord masculino más antiguo del atletismo

En un movimiento con el que nadie contaba, el lituano Mykolas Alekna acabó, a falta de homologación, con el récord masculino más antiguo del atletismo, el del lanzamiento de disco. El gigante, un tallo de 1,94 y con una envergadura propia de un hombre de más de dos metros, mandó el artefacto de dos kilos a 74,35 metros en una reunión del sector en Ramona (Oklahoma), 27 centímetros más lejos que el que registró el alemán de la antigua RDA Juergen Schult el 6 de junio de 1986 y sobre el que hubo sospechas de haber consumido, según distintos testimonios recogidos por Der Spiegel, turinabol, un potente anabolizante.

Alekna, 21 años, sangre de discóbolo, es hijo de Virgilijus, doble campeón olímpico (2000 y 2004) y mundial, tercero en el ránking de todos los tiempos tras la irrupción de su heredero y que a principios de siglo lanzó 73,88 metros.

Mykolas tenía como mejor marca 71,36 hasta la fecha y había sido subcampeón del mundo en Eugene 2022 y bronce en Budapest el verano pasado. Hace siete años nunca había probado con el lanzamiento de disco.

Alistado en la Universidad de Berkeley desde 2022, donde se entrena a las órdenes de Mo Saatara, un talentoso entrenador que supo enseguida el potencial que tenía en sus manos, Mykolas se pasó muchos años siendo el delantero centro de un equipo de fútbol en su país, deporte del que ha rescatado la velocidad -se le considera el discóbolo más rápido del mundo-, la explosividad y una coordinación casi de bailarín.

Calza un 49 de pie

Tener un 49 de pie fue suficiente justificación para dejar el balón y abrazar el deporte que veía en casa. Empezó despacio, lanzando el primer curso algo más de 50 metros, pero ya en el cuarto año, en Nairobi, durante los Mundiales sub 20 batió el récord mundial de la categoría con 69,81

Estudioso de la técnica, sostiene que es la parte inferior del cuerpo la importante en los lanzamientos. "Para el lanzamiento de disco ni siquiera utilizamos los brazos. Mueves las piernas y la parte superior del cuerpo y tu brazo es como un látigo. Es sólo para su liberación", apunta un joven que quiere ahora emular a su padre y ser campeón olímpico. "Ese es mi sueño para continuar con la tradición".

Si queda homologado el récord, la plusmarca más longeva sería la de lanzamiento martillo, los 86,74 metros conseguidos por el soviético Yuri Sedykh, apenas unos días más tarde del extinto de Schultz (30 de agosto de 1986). Es el último registro de los años 80. En el sector femenino sigue inquebrantable el récord de 800 de Jarmila Kratochvilova, que el próximo 26 de julio debería cumplir 41 años. Otros nueve récords mundiales batidos antes de 1990 permanecen intactos.

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