Iniesta marca el estilo
Andrés Iniesta está de vuelta y el barcelonismo respira. Ningún jugador en la plantilla actual del Barcelona encarna tan bien como él lo que se supone que es el estilo Barça. Una forma de jugar y entender el juego que le ha valido a los catalanes para hacer historia en la última década, pero que últimamente brillaba por su ausencia.
Con el regreso del manchego, el Barcelona ha recuperado la pausa, el intento de controlar el partido con la pelota y el no tener prisa para madurar la jugada. Es sorprendente cómo el concurso de un jugador puede cambiar tanto la manera de jugar de un equipo que, en teoría, juega al fútbol de memoria, pero así es. Y si no se lo creen, echen un vistazo a los partidos del Barça del último mes y compárenlos con el rato que jugó ante el Real Madrid y el partido del martes ante el Borussia Mönchengladbach.
Los números hablan con claridad. El Barça completó ante los alemanes 939 pases de los 1022 que intentó. De las botas de Iniesta nacieron 121 y llegaron con éxito a su destinatario 110, a pesar de que sólo jugó una hora. Toda una declaración de intenciones que venía a decir que la pelota no se rifa. Algo que últimamente parecía no estar tan claro en Can Barça.
Uno de los jugadores que más celebran el regreso de Iniesta a los terrenos de juego es Leo Messi. El argentino se entiende a la perfección con el español y agradece su presencia sobre el césped porque le permite compartir la responsabilidad de pedir el balón cuando hay que iniciar las jugadas. La imagen de los dos canteranos abrazándose cuando el de Fuentealbilla se marchaba para ser sustituido por Rafinha lo dice todo. Messi sabe que con Iniesta en el campo es aún mejor y por eso mismo quiere tenerlo cerca.
El manchego es el faro azulgrana cuando el equipo tiene el balón. Ya no sólo por cómo distribuye la pelota, que también, si no porque él mismo va colocando al resto sobre el terreno de juego sobre la marcha. Especialmente beneficiado por este último aspecto se vio Denis Suárez en el partido contra los teutones, en el que firmó la que probablemente haya sido su mejor actuación como jugador del primer equipo del Barça.
Le resta importancia
Curiosamente, cuando le sacan este tema al propio Iniesta, este suele restarle importancia y recurre al clásico discurso que destaca la importancia del grupo sobre la individualidad. "No creo que cuando esté yo todo sea diferente, si estamos todos y todos estamos en plenitud y en buenas condiciones es más fácil, pero hay partidos de todo tipo", decía el de Fuentealbilla al término de su actuación contra el M'Gladbach.
Sin embargo, son sus propios compañeros los que reconocen que con Iniesta sobre el terreno de juego, todo mejora. "Es el mejor centrocampista del mundo en esa posición y cuando juega, los que estamos a su lado, lo disfrutamos", explicaba Denis Suárez a MARCA.
Luis Enrique, más sobrio, opta por ahorrar en elogios, pues sabe que, al fin y al cabo, depender tanto de un único futbolista no dice nada bueno de su trabajo al frente del equipo. "Los récords de pases tienen poco sentido. Andrés ha aportado lo que suele aportar al equipo cuando juega", sentenció.