Sin dar mayores detalles, el venezolano de 30 años reveló que estuvo entrenando mucho en el receso de temporada, con la intención de estar mejor posicionado física y mentalmente. Brantley se dio cuenta rápidamente cuando sostuvo una larga conversación con Atuve en el primer día de los campamentos. Los vestuarios de ambos jugadores son adyacentes.

“Espero cosas importantes de él y sé que él también espera cosas grandes”, dijo Brantley. “Luce bien. Está por ahí con una sonrisa siempre. Es emocionante”.

El manager de los Astros, Dusty Baker, dijo que el oriundo de Maracay es mentalmente fuerte pero que también tiene un lado sensible. Se toma las cosas personales cuando no le va bien. Aunque el bate de Altuve comenzó a aparecer en la postemporada, pareció tener problemas en el brazo cuando lanzaba hacia las bases en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. El intermedista dijo que también ha estado trabajando en eso.

“El año pasado fue difícil para él”, dijo Baker. “Hay cosas en la vida que la gente cree que no nos afecta. No lo conocía [antes del año pasado]. Lo respetaba desde el otro lado del terreno. Ahora lo veo cantando y con una forma de caminar con la que refleja felicidad. Va a tener un buen año”.

Una mirada a los números de Altuve que reflejan sus problemas en el plato en el 2020:

La tasa de ponches de Altuve, que estuvo entre las mejores 10 de la liga entre el 2015 y el 2018, fue de 18.6% el año pasado, un incremento del 15% que tuvo en el 2019 y del 13.2% comparado con el 2018. Mientras tanto, su tasa de perseguir pitcheos de 35.2% en el 2020 aumentó dramáticamente luego de tener 30% en el 2019. Fue mucho más indisciplinado en el plato.

Cuando hizo contacto, no estuvo a la altura de lo que había hecho en su carrera. El promedio de bateo esperado de Altuve cayó a .230, siendo el cuarto año consecutivo que va en declive, luego del intermedista alcanzar el mejor de su carrera en el 2016, con .326 (desde que Statcast empezó a medirlo en el 2015). Es una diferencia importante con respecto al jugador que ganó tres títulos de bateo de la Americana y fue convocado a seis Juegos de Estrellas.
“Creo que tengo que simplemente tener un mejor plan de juego”, dijo Altuve. “Siento que este año lo tendré. Sé lo que quiero hacer y pienso que eso me ayudará mucho”. Y sus compañeros ya lo han notado.
“Ha lucido increíble en los primeros días”, dijo el Gurriel. “Me ha sorprendido lo rápido que luce en los campamentos. Está tirando super bien. Tiene un brazo potente”.

Las vibras positivas en los primeros días de los entrenamientos son algo acostumbrado, pero los comentarios con respecto a Altuve parecen ser genuinos. Quedará en él demostrar que lo ocurrido en el 2020 fue producto de la casualidad.

“Si hay algo que tengo ahora mismo es motivación”, dijo Altuve. “Tengo un grupo de muchachos que se incentiva el uno al otro para salir a jugar. Estoy tomando esas palabras como motivación. Me gusta donde estoy ahora. Puedo ser el que mis compañeros necesitan”.