LeBron James acaba de superar a Karl Malone para auparse a la segunda posición de la lista histórica de anotadores de la NBA. En cuanto a partidos de fase regular, se entiende, ya que es el parámetro con el que se pueden igualar al máximo todos los jugadores. James superó a Kobe Bryant hace dos años para meterse en este podio ficticio y ahora arrebata la segunda plaza al mítico pívot de los Jazz. Con su actuación ante los Wizards el de Akron suma 36.947 y se queda a sólo un paso de la primera posición. La mejor marca está en poder de otra leyenda de los Lakers, Kareem-Abdul-Jabbar, con el número mágico de 38.387. ¿Es posible para James alcanzar esta mítica cima? Los indicadores apuntan una respuesta positiva.

A los 37 años y 79 días ha logrado LeBron estar en esa segunda posición. Llegó a la NBA en 2003, anunciada su llegada como la de un mesías que venía a llenar el vacío de un Michael Jordan recién retirado por tercera y definitiva vez, y en casi dos décadas ha logrado buena parte de este objetivo. Un récord que no es nada más que la imposición de un dominio sobre los demás, individual pero que deja a las claras las numerosas virtudes de tanto James como los otros grandes anotadores de la historia para atacar el aro rival. En la otra esquina, si lo queremos llevar al acervo pugilístico, está Kareem, que no sólo no se contentó con hacer historia cuando jugó para UCLA en la NCAA sino que alargó su estancia en la NBA hasta los 42 años. Eso hizo al pívot nacido como Lew Alcindor alcanzar muchísimos récords, siendo éste sólo uno.

A los 1.440 puntos que le quedan hay que practicarles unas cuentas para saber en qué momento podrá alcanzar James a Abdul-Jabbar. Podría ser la próxima temporada a juzgar por un dato imponente: esa cantidad la anotado en todas las campañas que ha jugado a excepción de una, una 2020/21 en la que se juntaron su primera lesión de importancia y que el calendario se viera acortado para recuperar el tiempo perdido por la pandemia de COVID-19. En 18 de las 19 temporadas que ha jugado llegó a esa cifra, por lo que un año completo daría para alcanzar el récord.

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En los 29,7 puntos que está promediando esta temporada hay que poner un poco de hielo. Es su mejor promedio en una campaña desde 2010, el último año de su primera etapa en los Cavaliers y cuando todavía no había ganado ningún campeonato. Sin embargo, sería lógico que decreciera su nivel de producción. Kareem bajó un 11% su caudal de puntos en la última década de partidos que disputó y lo bueno para LeBron es que está lejos de verse en esa misma situación.

La sobreexplotación de este año no debería ocurrir el que viene con un Anthony Davis sano en unos Lakers en los que continuará en su último año de contrato. Desde que está en Los Ángeles hay otro factor importante y que restará algo de poder a esas posibilidades: ha jugado 219 partidos de 295 posibles, un 74%, media alejada de las que manejaba años atrás.

Predicción

Con todo lo anterior se puede establecer una horquilla en la que LeBron James batiría el récord de Kareem Abdul-Jabbar. Teniendo en cuenta que en los Lakers le queda un año más de contrato y tiene otros dos objetivos, seguir jugando a los 40 y hacerlo junto a su hijo Bronny al menos una temporada (y es probable es que no sea en el equipo de Los Ángeles), no debería pasar problemas para superar esa marca histórica.

El global de puntos que le faltan le colocaría entre febrero y abril de 2023 en posición para asaltar esos 38.387. Sabiendo que su final en la NBA todavía no se acerca, y contando con que puedan aparecer tanto lesiones inesperadas como descansos obligados, en la fase regular que acabará en 2024 contaría con una nueva, y a lo mejor última, oportunidad.

Al ritmo de 27,1 puntos que James tiene de media en la fase regular de la NBA llegaría en 54 partidos. Quedan algo más de dos semanas de la presente temporada y el contador se volverá a poner en marcha a partir de octubre.