La Confederación Africana de Fútbol (CAF), ha anunciado repetir la vuelta de la final de la Champions africana entre Wydad Casablanca y Esperance de Tunis, cinco días después de proclamar al equipo tunecino campeón y a causa de la retirada del equipo marroquí, que se negó a continuar el partido porque el sistema del VAR estaba defectuoso, que no tuvo en cuenta el colegiado en una decisión que resultó trascendente.

El presidente de la federación africana, Ahmed Ahmed, ha anunciado que el partido de vuelta se jugará en estadio neutral y a puerta cerrada, después de la Copa Africana de Naciones 2019, celebrada en Egipto.

También, se ha decidido castigar al presidente del Club Esperance, Hamdi Meddeb, y suspenderlo por dos años, por sus amenazas a Ahmed, y su presión para cancelar el partido y proclamar a su equipo campeón del torneo continental por segunda vez consecutiva.

La vuelta de la final, entre el Esperance Tunis y el Wydad de Casablanca en el Estadio Olímpico de Radès, fue suspendida por un problema técnico en el VAR que no pudo ser arreglado, después de una espera de más de una hora. Y el equipo marroquí se negó continuar, algo que se terminó con un pitazo del árbitro gambiano Bakary Gassama, anunciando el final del partido, y considerando al Esperance como campeón sin continuar el encuentro.

El Wydad sufrió los errores arbitrales y los problemas técnicos del VAR en los dos partidos del campeonato. Los errores del árbitro mundialista egipcio, Ghead Grisha, desataron una polémica, porque dañaron de manera directa al anfitrión marroquí, en el partido de la ida que se terminó con un empate a uno.

Y en el partido de la vuelta, había más que una jugada polémica, especialmente en la segunda parte, cuando decidió Gassama anular un gol para el Wydad, sin ratificarlo del VAR, que no funcionaba desde el principio. Algo que causo mucha tensión en la cancha, antes de que se vayan los jugadores del equipo visitante al vestuario, y se negaron volver sin empezar a usar al VAR, antes de que los considere el árbitro retirados por no volver a la cancha después de 45 minutos de espera.