La Selección conquista su 3º oro en el Eurobasket femenino
Laia Palau cerró ayer un capítulo en su historia. Adiós a la Selección 262 partidos y diez medallas después. Pero el cierre a su carrera con España no podría haber tenido un final más merecido. Campeonas de Europa, campeonas por segunda vez en cuatro años y por tercera vez en su historia.
Lucas Mondelo lo ha vuelto a hacer. Nos está malacostumbrando. “Hasta que no pasen diez años no vamos a darnos cuenta de lo que estamos consiguiendo”, avisaba. Y tiene toda la razón. En seis veranos ha conseguido que un equipo herido por la eliminación en el Eurobasket de 2011 reine en Europa por partida doble. Y otra vez ante Francia. El Rey Midas del baloncesto femenino tenía un plan maestro y no ha enseñado sus cartas hasta los cruces. Era un campeonato exprés, pero España ha sabido crecer a pasos agigantados. Una primera fase sin sobresaltos, pero sin grandes alardes, y después un puntito más en cada cruce. Así hasta la gran final.
La Selección llegaba al 02 Arena con una gran sonrisa. No había preocupación. Mondelo ha infundido confianza a un equipo que siempre ha sabido que el campeonato estaba en sus manos, no en la de sus rivales. “Si jugamos como sabemos, ganaremos el oro”: era la consigna con la que llegó el equipo a la República Checa. Y España aplicó la lección a la perfección también en la final. Cada vez que Sancho Lyttle recibía en la pintura superaba a sus rivales en el uno contra uno. Xargay y Torrens martilleaban a las francesas desde fuera y Nicholls ponía el +12 para la Selección (32-20). Pero Francia tiene a Celine Dumerc, su Laia Palau. La base asumía los mandos para darle oxígeno a un equipo que no se sentía cómodo. España ha ganado este campeonato por su defensa y porque ha sido capaz de borrar a sus rivales: ni Bélgica parecía Bélgica ni Francia parecía Francia. Sancho puso el +23 en el último cuarto (69-46). España dominaba y no perdía la sonrisa.
Mondelo ha dado con la tecla para que todas las piezas encajen a la perfección. Es su obra maestra. España se quitó su sambenito de equipo de bajitas con la incorporación de Sancho Lyttle, pero hay mucho más talento en el juego interior. El carácter, seña de identidad durante años, no se ha perdido tampoco con las Lauras. Y por fuera… El talento es enorme: Alba Torrens, Marta Xargay, Anna Cruz… y lo que viene por detrás con Leti Romero y María Conde. Reinas de Europa.