Los Celtics, plagados de bajas, demostraron orgullo, su carácter marca de la casa. Los Bucks, mientras, demostraron que son el equipo más en forma de la NBA y sumaron su undécima victoria consecutiva en la prorroga (131-125) después de un partido en el que Holiday acribilló desde fuera (ocho triples y 40 puntos) y Antetokounmpo destrozó el aro rival con 36 puntos.
El duelo media a dos posibles finalistas en el Este. Con el desplome de los Nets y la irregularidad de los Sixers, sólo Cleveland podrá cuestionar la supremacía de Celtics y Bucks para buscar las Finales. Pero Boston tenía las ausencias de Tatum, Smart y Brown, posiblemente sus tres pilares, y pese a que dio la cara (prorroga) los Bucks se llevaron el triunfo porque Holiday tuvo el día de la puntería y Antetokounmpo sigue a un nivel de MVP.
El griego promedia 37,2 puntos en esta racha de 11 victorias. Nadie metió más en una dinámica de victorias así. El gigante griego, numero 1 historico en puntos, asistencias y tapones en los Bucks y segundo en reboes, fue decisivo en el triunfo que acerca a Milwaukee en lo más alto del Este. El partido medía a los dos mejores y ahora en la clasificación los Celtics dominan (41-17) con los Bucks a una victoria ((40-17).
Los Celtics salieron derrotados, pero con la cabeza alta. Sin Tatum, Smart, Brown ni el dominicano Al Horford, Derrick White siguió brillando con 27 puntos y doce asistencias y Malcolm Brogdon aportó 26 puntos.
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Un triple de Sam Hauser, un nativo de Wisconsin, forzó la prórroga y el equipo de Joe Mazzulla peleó hasta el final sin recoger el premio. Acabó con cinco jugadores por encima de los quince puntos. Además de Brogdon y White, también aportaron Mike Muscala (18), Hauser y Blake Griffin (15).