Los Mavs se quedan sin paraíso y Doncic sin premios
Luka Doncic ha logrado, desde que llegó a la NBA, las siguientes distinciones: Rookie del Año, cinco nominaciones al Mejor Quinteto de la temporada (todas ellas consecutivas) y sucesivas votaciones para un MVP que nunca ha ganado pero para el que se ha clasificado, desde 2020, en el cuarto puesto, sexto, quinto, octavo y tercero. Este era el curso baloncestístico en el que iba a dar el salto definitivo al premio absoluto, ese trofeo individual que todo jugador anhela en algún momento. Hace unos meses quedó detrás de Nikola Jokic y Shaqi Gilgeous-Alexander en las votaciones, pero llevó a los Mavericks a sus primeras Finales desde 2011 (con Dirk Nowitzki en liza) y rascó una victoria a los todopoderosos Celtics, que eran mejores y además llegaron más (mucho más) frescos. Pero ahí se quedaron. Y aquí se ha quedado Doncic, que por mucho que quiera no podrá optar a todos esos premios individuales que ha coleccionado desde su llegada a la mejor Liga del mundo y que no levantará esta temporada. ¿El motivo? Que ya no va a llegar a los 65 partidos disputados. Y eso es esencial desde que se instauró el nuevo convenio colectivo. Doncic será All Star y nada más. Por culpa de las lesiones. Es lo que hay.
Y, más allá del debate sobre la justicia del convenio, que la NBA acordó con la intención de evitar el load managment y obligar a las estrellas más importantes a saltar a pista, es el jugador el que tendrá que empezar a valorar lo que quiere o lo que no. Doncic cumplirá 26 años el 28 de febrero y está inmerso en un momento de su carrera esencial para la toma de decisiones. El poco cuidado de la alimentación y las pretemporadas en las que ha llegado pasado de peso han sido una constante durante su carrera y muchos son ya los analistas que han mencionado que debe entrenar mejor y fortalecer sus carencias. Sin embargo, el esloveno sigue generando dudas en ese aspecto y los problemas en su tren inferior se siguen sucediendo. De hecho, no es la primera vez que se lesiona de la pantorrilla izquierda, una molestia que le acaba de dejar en el dique seco de nuevo. No será reevaluado hasta finales de mes. Y se ha quedado fuera de los premios individuales, como ya le pasó a Joel Embiid la temporada pasada. Algo que es importante en la mejor Liga del mundo, donde los conceptos de grupo y equipo es muy distinto al del Viejo Continente. Para bien y para mal.
A todo esto, los Mavs (que tampoco cuentan con la presencia de Kyrie Irving) se olvidan de las victorias frente a Lakers y Blazers y vuelven a la senda de la derrota ante un rival como los Nuggets, contra los que compitieron mucho, pero con poca suerte (101-112). Llegaron con poca energía al final y recibieron un incontestable parcial de 12-33 en el último cuarto, que empezaron ganando de 10 (89-79) y acabaron perdiendo de 11. Un hundimiento soberano cerrado con un parcial de 5-19 que dejó los deberes hechos para unos Nuggets que siguen dando la sensación de que están cortos de personal, pero que siguen acumulando victorias y venciendo en partidos contra rivales directos. Y todo a pesar de quedarse en un 7 de 32 en triples, fallar 7 de los 20 tiros libres intentados, cometer 19 faltas o perder 13 balones. Nada de eso importó, ya que Nikola Jokic siguió siendo el rey del cielo y de la tierra en un partido que no fue precisamente bueno para él: 19 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias. Incluso en sus malos días, el pívot logra una estadística magnífica y consigue emerger. Opositando al MVP de nuevo (ya lleva tres) y quitándose a rivales de en medio. El último, Doncic, que ya no podrá ganarlo y que dejó al mundo sin duelo balcánico. Aunque bastantes cosas tiene ya para preocuparse para fijarse concretamente en esa.
El otro gran héroe de los Nuggets fue el improbable Russell Westbrook, que está cuajando una extraña e inexplicable buena temporada. Su energía e hiperactividad permitieron la remontada: el base se fue a 21 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, mientras que Jalen Brunson logró 17 tantos. Los Mavericks no tuvieron respuestas para tanta desfachatez (en el mejor sentido de la palabra). O sí: hasta el último cuarto, cuando se hundieron sin remedio en uno de los peores ratos de esta temporada para cualquier equipo. Klay Thompson estuvo bien hasta que dejó de estarlo (25 tantos, 0 en los últimos 12 minutos), Spencer Dinwiddie logró 16 puntos y 10 asistencias, Dereck Lively molestó bastante a Jokic (14+5+8, con 3 tapones) y Naji Marshall también llegó a 16. Pero los Mavericks son la plantilla más dependiente de sus estrellas de toda la NBA y son capaces de mucho esfuerzo, pero poco éxito sin ellos. Tras la inopinada victoria ante los Lakers y la imposición ante un rival menor como los Blazers, cuajaron tres cuartos realmente maravillosos ante el campeón de 2023. Pero las Rocosas pesaron demasiado en un final en el que se hundieron y se quedaron sin paraíso y sin sonrisa. Y, mientras tanto, Luka Doncic se quedó sin premios.