Márquez vs Viñales: el duelo del futuro viene del pasado

"Es el duelo del futuro. Nos vamos a divertir", vaticina Ángel Viladoms, presidente de la Federación Española de Motociclismo, sobre lo que se avecina en MotoGP entre Marc Márquez y Maverick Viñales.

Él ya vivió ese duelo hace justo 15 años. Fue la última vez que se enfrentaron hasta que Mack subió a MotoGP con Suzuki en 2015. Ahora tiene un material similar y habrá pelea, algo que lleva deseando desde aquellos lejanos -y maravillosos años-.

Fue en 2002, en la Copa Conti, que ideó Viladoms en el 2000 como presidente de la Catalana. Misma moto y motor y una oportunidad para familias sin recursos económicos. Marc corrió la primera edición en 2001 con ocho años y Maverick, con siete años, llegó al año siguiente.

"Márquez tenía un hándicap físico. Le tuvimos que recortar el depósito porque no llegaba al manillar. Era un microbio", recuerda Jordi Pons, entonces delegado de Velocidad de la Catalana.

Óscar Pérez de Lara era el coordinador de la Copa Conti y lo corrobora: "En algunas carreras, al principio, Marc hacía la pole, pero tenía que salir último porque teníamos que sujetarle la moto".

Revolución Viñales

Ellos vivieron todas las citas. "Tenían dos estilos distintos, pero los dos destacaban por su calidad desde el primer momento", comenta Pérez de Lara. "El estilo de Viñales era impresionante. Tenía una gran determinación. Cuando llegó dijimos: 'es la bomba", evoca Pons. Eso y un gran carácter. "Los dos tenían mucha hambre, pero Marc sabía perder. Si Maverick no ganaba, se cabreaba. Lloraba si era segundo", desvela Pons.

El nivel era tan alto que Viladoms llamó a su amigo Joan Moreta, presidente de la Federación Española. "Le dije: 'ven al miniMundial, no habrás visto pilotos así'. Vino a una carrera y le dije: 'mira al pequeño', por Márquez. Se cayó tres veces e hizo podio. Todos le ponían muchas ganas", dice.

Sin embargo, ellos no ganaron todas las carreras. De hecho, el campeón pudo ser otro: Pere Tutusaus. "Iba líder y me fracturé el húmero izquierdo con un kart. Me perdí tres carreras. Me hicieron dos operaciones. Hasta perdí medio centímetro de brazo", recuerda el de Igualada.

Con todo, Pere recuerda con orgullo ese año: "El factor moto no existía, importaba el piloto. Adelantar era complicado. Así se aprendía, eran carreras de verdad. Márquez era rápido a base de rodar; Maverick era muy valiente. Tenía el don de salir e ir rápido".

Compartiendo piezas

Tambiénluchó con ellos y lo ganó Tete Martínez. "Un pilotazo", afirma Viladoms. "Ahora ya no hay el nivel de antes. Ahora todos quieren ser muy profesionales. Antes era una familia. Si uno no tenía una pieza para correr, se la dejábamos. Eran carreras muy igualadas", indica el barcelonés, que era mucho más corpulento que el resto. "Me gustaba mucho comer. Después de cada tanda me comía un bocadillo. O unos donutos o bollycaos", añade.

Por supuesto, nadie suponía lo que pasaría 15 años después. "No éramos ni conscientes de lo que se venía. Es una época dorada y pasará, como todos los ciclos, pero hay que disfrutarla", manifiesta Viladoms. "Era un sueño que llegaran al Mundial. Parimos algo increíble", asegura Pons.

Por cierto, el campeón fue Maverick Viñales.

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