Michael Phelps marca otro hito histórico
Uno de los duelos más prolongados en la natación, el que mantienen en los 200 metros estilos dos amigos, los estadounidenses Michael Phelps y Ryan Lochte, tenía un nuevo capítulo, seguramente el último enfrentamiento en esta prueba en la brillante carrera de ambos. Todos los títulos mundiales y olímpicos desde 2003, así como las plusmarcas mundiales, se las han repartido estos dos fenómenos.
Pero aquel tuya-mía pertenece al pasado. En la final de Río el duelo duró 100 metros, los que cubrieron separados por una sola centésima Phelps, Lochte e, igualado con éste, el brasileño Thiago Pereira, otro treintañero como ellos, múltiple campeón panamericano.
A partir de entonces Phelps empezó a despegarse, y aunque el brasileño siguió pegado a él hasta el último viraje, su victoria ha resultado aplastante. Mientras sus adversarios se hundían en el nado libre por haber intentado seguir al jefe de la manada, Phels terminó de forma imperial, como en sus mejores tiempos. Su marca lo dice todo (1:54.66), dentro de ese territorio, por debajo de 1:55, que sólo él y Lochte han colonizado.
El hecho reviste mayor trascendencia, porque el estadounidense enlaza su cuarto títuilo olímpico en esta prueba, algo que ningún nadador, ni hombre ni mujer, había hecho hasta ahora. Phelps no renuncia a seguir haciendo historia. Es su medalla de oro olímpica número 22 y la vigésimo sexta en total. Aún no ha terminado. Nada más bajarse del podio le esperaba la primera semifinal de los 100 mariposa, cuya final disputará la próxima noche tras entrar con el quinto mejor tiempo (51.58).
Con Lochte (1:57.47, quinto) y Pereira (1:58:54, octavo) desfondados, apareció el japonés Kosuke Hagino, el único del que se podía esperar que se inmiscuyera en la fiesta que preparaban los americanos. Su tiempo de 1:56.61 le valió la plata, pero se quedó a segundo y medio del que él hizo en abril y que le señalaba como una alternativa. El podio lo completó el chino Shun Wang (1:57.05).
Murphy domina la espalda
Otro estadounidense, Ryan Murphy, ha asumido la jefatura en la espalda, al menos en Río, donde ha sumado ya los títulos olímpicos de 100 y 200 metros. Prolonga el domino americano en este estilo en los Juegos. El último ganador de otro país en cualquiera de las dos distancias fue Martin López Zubero, aunque formado íntegramente en aquella natación.
En la final de 200 metros derrotó, entre otros, al australiano Michel Larkin, campeón del mundo el año pasado. Murphy lo hizo con su mejor marca, 1:53.62, y Larkin atrapó la plata por una centésima de diferencia (1:53.95) con el ruso Eugeny Rylov. A pesar de acabar el último en la final, nadie nada mejor el estilo de espalda que el japonés Riosuke Irie.