Sorpresa monumental en los Playoffs de la NBA. Los Wolves despedazaron a los Nuggets (80-106) con una defensa descomunal y dejan herido de muerte al campeón, que por primera vez en su historia se ven con un 0-2 en unas eliminatorias por el título. La temporada pasada ganaron todos sus encuentros de postemporada en el Ball Arena de Denver, una guarida hasta ahora casi inexpugnable y que fue clave en la conquista del anillo. Y ahora, de golpe, se asoman al abismo. No perdían dos partidos seguidos en Playoffs desde 2021.
Y todo por obra y gracia de unos Wolves salvajes, que se sobrepusieron a la ausencia de su pívot titular, Rudy Gobert, uno de sus grandes pilares, que fue padre horas antes del encuentro. Dio igual porque los de Chris Finch salieron como una manada de lobos hambrientos y redujeron a los Nuggets a cenizas, dejándolos sin argumentos con una defensa asfixiante durante tres cuartos para dejar sentenciado el partido tras el descanso(46-78, a 5.48 del final del tercer cuarto).
Los Wolves asfixian al campeón: 11 robos y 11 tapones
Prueba de la brutal intensidad de los Wolves fue que facturaron 11 robos de balón, provocando 16 pérdidas del campeón, que firmó un pobre 34,9% en tiros de campo (29/83) con un 30% en triples (9/30). Pero si hay un dato que revela a las claras la voracidad de los de Minnesota fue los 11 tapones que colocaron, con mención especial para los suplentes Naz Reid (4) y Alexander-Walker (3).
Su estrella, Anthony Edwards, estuvo menos agresivo en ataque que en otros partidos, pero fue muy efectivo con 27 puntos y 11/17 tiros de campo a los que añadió 7 asistencias. Pero esta vez el mejor de su equipo fue Karl-Anthony Towns, autor de 27 puntos (10/15 tc), 12 rebotes y 2 tapones. El ala-pívot dominicano se multiplicó ante la ausencia de Gobert, haciéndose fuerte en la zona y firmando una primera parte fantástica con 20 puntos y 6 rebotes para dejar encarrilado el triunfo de su equipo al descanso (35-61).
Los Nuggets no pudieron asimilar un golpe de esa envergadura y llegaron a perder por 32 puntos a 7:19 para el final del tercer cuarto (41-73), una diferencia tan abismal como sonrojante que ni el todopoderoso Nikola Jokic, autor de 16 puntos (5/13 tc), 16 rebotes y 8 asistencias, pudo amortiguar. Y la paliza pudo ser peor. Sólo Aaron Gordon, que anotó 16 de sus 20 puntos (8/14 tc) en la primera parte, se salvó del suspenso y evitó un ridículo mayor de los suyos.
Calamitoso 12/43 en tiros entre Jokic, Murray y Porter jr.
Pero el porcentaje de 34,9% en tiros de campo del campeón le dejó sin opciones y puso en valor a la mejor defensa de la NBA. Basta echar un vistazo a la bajísima efectividad en los lanzamientos de los Nuggets para destacar el mérito de su rival para empequeñecerlos: Jokic (5/13), Murray (3/18) y Porter jr. (4/12) , 12/43 entre los tres, fueron el mejor ejemplo de ello.
Aunque si hubo un jugador muy por debajo de su nivel y que fue un lastre para los campeones ese fue Jamal Murray, el mejor escudero de Jokic, que perpetró un partido abominable. Acabó con 8 puntos y 13 rebotes, pero sumó más pérdidas (4) que tiros anotados (3/18). Y en estos dos primeros partidos de la serie acredita un pobre 37,5% en tiros de campo y un 29,4% en triples.
Los Nuggets lo van a tener muy difícil para levantar una serie que se les ha puesto muy cuesta arriba y que se reanudará en la madrugada del viernes al sábado (3.30 h) en el Target Center de Minneapolis., donde los Wolves buscarán dar un golpe definitivo ante su público. Aunque bien les vendría no subestimar el corazón de un equipo campeón.