"No vamos a fichar por fichar"
Zidane está tranquilo y contento con la plantilla. La conquista de la Supercopa refuerza esa sensación que tenía el club y el propio técnico de que es muy difícil mejorar lo que hay y de que pueden ver cómo transcurre el mercado con la tranquilidad de tener los deberes casi hechos. El Madrid siempre está alerta, con los ojos bien abiertos por si se pone a tiro alguna operación, pero ahora mismo afrontan el mes de agosto sin urgencias. Sin ser categóricos con que la plantilla está cerrada, pero sin el estrés de echar en falta uno o varios jugadores para cerrar una plantilla competitiva.
Dicho lo cual, el Madrid sí se permite decir alto y claro: "No vamos a fichar por fichar". Todo un lujo, teniendo en cuenta cómo se las gasta el mercado. "Si faltan Cristiano, Benzema o Bale, tienes a Lucas, Asensio, Morata, James e Isco", ponen como ejemplo en el club sobre los recursos con los que cuenta Zidane.
Buen grupo
El técnico es el primero que está satisfecho con lo que tiene. Haría algún retoque y mejoraría alguna posición, pero está más que conforme con la plantilla. Sobre todo, no quiere romper de ninguna manera el buen ambiente que reina en el vestuario. Ahora mismo, la gran fuerza del Real Madrid y de la que Zizou y Ramos son responsables, cada uno a su manera.
Jugadores que no contarán mucho para Zidane y que tenían todas las papeletas para salir se han ganado la confianza del técnico, que los ve comprometidos, con ganas de sumar y de aceptar sin suponer un problema el rol que les toque afrontar. Se han subido al carro y han reforzado el grupo. Eso Zizou lo valora y no quiere que ninguna salida o llegada provoque fisuras en el ambiente que hay en el vestuario ahora mismo. Ese detalle lo quiere cuidar al máximo y por ello prefiere que el equipo se quede como está a realizar un movimiento que altere la unidad del grupo.
El fichaje de Morata entra dentro de esos cánones. El delantero ha encajado como un guante en el vestuario y Zizou está feliz con su integración, trabajo y compromiso. Lo que tenga que pasar con Morata de aquí a final del mercado pasará, pero sin forzar absolutamente nada porque el técnico está encantado con él.
El asunto más delicado lo protagonizan Isco y James. Al club le preocupa la situación de ambos una vez confirmado que Asensio se queda. ¿Qué significa? Que no verían con malos ojos dar salida a uno de ellos. Pero ninguno se quiere mover. Zidane cuenta más con Isco que con James y no quiere que la no salida del colombiano pueda provocar la del malagueño. Prefiere quedarse con los dos a dar pie a esa situación. Entre otra cosas, porque no ha tirado la toalla con James y todavía espera que el 10 blanco recupere la versión de su primer año mágico en el Real Madrid.
Sin problemas
En el resto de posiciones la situación está más que controlada. El debate en la portería se acabó hace tiempo tras años moviditos que alteraron al club a todos los niveles. Keylor se ha consolidado como un portero de primer nivel mundial y se ha ganado el respeto de un vestuario que lo adora. Su competencia con Casilla es sana y ahí Zizou lo tuvo muy claro a la hora de dar continuidad a ambos bajo palos. No había debate posible.
Una prueba más de que la fuerza del grupo y el ambiente del vestuario tiene mucha importancia a la hora de tomar decisiones. Zidane siente que tiene un ejército fiel en el que poder confiar, jugadores comprometidos al ciento por ciento. El efecto Lucas Vázquez y Casemiro ha tenido recorrido en otros tantos futbolistas.
Con este panorama, el Madrid peina el mercado con la tranquilidad de tener un equipo hecho y de garantías, y con la tranquilidad que transmite Zidane, en total sintonía con el club y, en especial, con Florentino Pérez a la hora de tomar decisiones.