Parece que Ronald Acuña Jr. ya encontró el ritmo con sus “bat-flips”. Así lo demostró al dar su primer bambinazo de la pretemporada, en la victoria 2-0 de los Bravos sobre los Rays el jueves en el CoolToday Park de North Port, Florida.

Acuña hizo gala de su poder con un cuadrangular solitario que voló la pared del jardín izquierdo. Luego de conectar el pitcheo de Collin McHugh, el venezolano de 23 años dio un par de pasos, comenzó un ligero trote y luego lanzó el bate hacia el dugout de los Bravos.

El tablazo de Acuña fue uno de dos hits que conectó, junto a un imparable dentro del cuadro ante Tyler Glasnow en la primera entrada. El guardabosque empezó la jornada con dos imparables en 14 turnos de la pretemporada, con cinco ponches. El patrullero tenía de 32-5 sin extrabases y 14 ponches en los campamentos pasados antes de la pandemia.

“No ha estado aquí lo suficiente como para saber qué clase de jugador de pretemporada es”, dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker. “Pero creo que cuando alguien da un batazo así o conecta un par de imparables, puede sentirse bien. Fue bueno verlo hacer eso hoy”.

Acuña sufrió una inflamación en la muñeca izquierda durante la mayor parte de la temporada pasada, pero igualmente terminó como líder de la Liga Nacional al promediar un jonrón por cada 11.43 turnos. Sus 81 cuadrangulares de por vida son la tercera mayor cantidad para un jugador de los Bravos hasta los 22 años, por detrás solamente del miembro del Salón de la Fama Eddie Mathews (112) y Bob Horner (91).

“Cuando miras su cifras de slugging por todo el terreno, te das cuenta de que es una locura”, dijo Snitker. “Estoy ahí todos los días para verlo. Pero cuando lo ves de esa manera es más increíble, por lo que puede hacer de un poste de foul al otro”.