Los Marineros necesitan mejorar su ofensiva y cuentan con brazos bajo control contractual, incluyendo a Bryce Miller y Bryan Woo. Sin embargo, Ken Rosenthal de The Athletic (se requiere suscripción) escribió recientemente que “es cada vez menos probable” que Seattle cambie a Miller ni a Woo, debido a preocupaciones en torno a sus finanzas y profundidad en la rotación.

El zurdo venezolano de los Marlins, Jesús Luzardo, supuestamente está generando mucho interés, pero resulta difícil ver a Miami tomando la decisión de cambiarlo. Luzardo tiene apenas 26 años y tiene tres años más de control contractual. Además, se ha convertido en el as del club tras la lesión del dominicano Sandy Alcántara.

Pero los Marlins necesitan ofensiva y quizás haya otro brazo joven que podrían ceder para obtenerla.

El dominicano Edward Cabrera es otro nombre que ha surgido en los últimos días en los rumores de cambios. El derecho de 25 años genera más interrogantes que Cease o Luzardo, y es un objetivo más riesgoso que Miller o Woo, pero ofrece un techo significativo para un club dispuesto a apostar por él y que confíe en sus habilidades de poder afinar el talento del monticular.

A continuación, un desglose de este candidato a cambio que puede resultar bien intrigante.

¿Quién es Cabrera?

Cabrera firmó con los Marlins como agente libre internacional en el 2015. Estuvo entre los 100 Mejores Prospectos de MLB Pipeline entre el 2020 y 2022, llegando a ocupar el puesto número 34.

Cabrera ha participado en partes de tres campañas con los Marlins, pero ha tenido resultados mixtos. A lo largo de 197.2 entradas, el dominicano de 25 años lleva efectividad de 4.01 con FIP de 4.78 y un WHIP de 1.34.

¿Cuál es el riesgo?

Aquí, una mirada a lo hecho por Cabrera en el 2023, a través del lente de Statcast.

En pocas palabras, los círculos rojos son buenos y los azules malos. Cuando se trata de Cabrera, está ese azul que llama la atención, con respecto a su tasa de bases por bolas.

Cabrera enfrentó a 434 bateadores en el 2023 y caminó a 66 de ellos, para una tasa del 15.2%. Como referencia, el promedio de las Mayores fue del 8.6%.

Está por verse si Cabrera puede llegar a lanzar los strikes necesarios para ser un abridor efectivo en las Mayores. Ya tiene casi 200 innings en Grandes Ligas, y tiene una tasa de boletos del 14% y un 42.1% de pitcheos tirados dentro de la zona.

La durabilidad también es una interrogante. Cabrera no ha demostrado que pueda estar una temporada completa en la Gran Carpa. Se perdió casi dos meses en el 2022 con una tendinitis en el codo y otro mes este año con un pinzamiento en el hombro derecho.

¿Por qué vale la pena el riesgo?

Algunos equipos podrían verse espantados por los problemas de control del quisqueyano, pero hay muchas razones para que alguien se vea atraído por sus habilidades. Empezando porque tiene apenas 25 años y estará bajo control contractual por cinco años más, por lo que tiene mucho tiempo para desarrollarse antes de pensar en la agencia libre.

Aquí, tres razones por las que el dominicano es una opción bien interesante para un posible traspaso.

1. Promedia casi 93 mph – ¡con el cambio!

Aunque es común ver a un lanzador alcanzar la parte alta de las 90 mph, la lista de monticulares que puedan promediar más de 90 mph con el cambio no es larga. De hecho, el promedio de por vida del dominicano con su cambio de velocidad es de 92.7 mph - el más rápido en la era del seguimiento de pitcheos (desde el 2008).

Sólo ha habido 10 ponches completados con un cambio de 95 mph o más en ese mismo período. Cabrera ha conseguido nueve de ellos, incluyendo uno ante Christian Yelich que registró 95.6 mph y con el que posee el récord.

Los contrarios le batean a dicho pitcheo apenas .180 con un slugging de .288 a lo largo de 274 veces al bate desde el 2022.

Comparado con la recta y el sinker, hay una diferencia de apenas tres millas por hora. Los tres lucen prácticamente idénticos para el bateador, pero el cambio se cae más que las rectas.

Hay una gran diferencia entre su recta de cuatro costuras y el cambio, con el segundo registrando hasta 10.4 pulgadas de caída vertical y 7.5 horizontal.

2. Es difícil de batear, y los números lo demuestran

Puede que no tenga el control de sus pitcheos en todo momento, pero una cosa sí es cierta: Su repertorio, que cuenta con una curva y slider, además de la recta de cuatro costuras, sinker y cambio, no es nada fácil de enfrentar.

Cabrera produjo swings fallidos a un alto nivel en el 2023, ubicándose en el 83er percentil en tasa de swings fallidos (30.9%) y en el 77mo percentil en tasa de ponches (27.2%).

Además, Cabrera permitió un promedio de bateo esperado en contra de apenas .199 y un slugging esperado de .330, para estar en los percentiles 93 y 89, respectivamente.

Es posible que esos números caigan un poco si Cabrera empieza a hacer más pitcheos dentro de la zona, pero no dejan de ser llamativos.

3. Existe precedente para lanzadores descontrolados que logran enderezar el camino

Cada monticular es diferente, pero los equipos interesados en Cabrera tienen ejemplos de nombres importantes que lograron encontrar la forma tras superar sus problemas de control.

El miembro del Salón de la Fama Randy Johnson es el más notable. La “Gran Unidad” tuvo una tasa de boletos del 14.5% en sus primeras cinco temporadas, pero logró mejorar eso hasta convertirse en uno de los mejores brazos de la historia.

Más recientemente, Tyler Glasnow pasó de tener una tasa de boletos de 13.9% en los primeros 141.1 innings con el uniforme de los Piratas a 7.8% con los Rays. El dominicano Framber Valdez también lo hizo, tras registrar un promedio de boletos de 14.1% tras sus primeros 107.2 tramos.

Esos son los escenarios ideales para Cabrera, pero sirven como ejemplo de que es posible que un joven lanzador pueda superar el descontrol.