Estados Unidos.- Con un gol de Rafa Márquez a un minuto del final, México derrotó este viernes como visitante a Estados Unidos por 2-1 para abrir con de la mejor forma su camino en el hexagonal final del clasificatorio de la Concacaf para el Mundial de Rusia-2018.

Un cabezazo del ‘Kaiser’ Márquez en el minuto 89 definió un partido que parecía acabar en empate y permitió al Tri romper la maldición de la derrota 2-0 que arrastraba desde 2001, luego de haber perdido cuatro partidos seguidos en Columbus por ese marcador.

Miguel Layún estrenó el marcador para México en el minuto 20, Bobby Wood empató para Estados Uuidos en el 49 y Márquez lo definió en el 89 con su testazo en el primer palo tras un saque de esquina.

Fue un partido vibrante y pierna fuerte, que dejó 8 amonestados por el árbitro guatemalteco Walter López, cuatro por bando, además de la expulsión por doble amarilla de Carlos Salcedo en los descuentos.

Pasaron casi 20 años para que un mexicano pudiera anotarle un gol a Estados Unidos de visita en eliminatorias, cuando en el minuto 20 Miguel Layún remató de pierna derecha desde fuera del área para batir a Tim Howard.

México dominó los primeros 30 minutos gracias a un equivocado plan táctico del técnico estadounidense Jurguen Klinsmann, quien abrió con un inusual 3-4-3.

Luego del gol de Layún, Klinsmann cambió a su tradicional 4-4-2 y Estados Unidos comenzó a funcionar mejor para irse al descanso con aires de esperanza.

En el 28, el Tri perdió uno de sus baluartes al lesionarse en una pierna el centrocampista del PSV Eindhoven holandés Andrés Guardado, sustituido por Carlos Salcedo.

Estados Unidos también tuvo otra sensible baja, cuando su veterano arquero Tim Howard debió ceder el puesto a Brad Guzan tras lastimarse un tobillo.

Apenas a los cuatro minutos de la segunda mitad Boby Woods dio el ansiado empate 1-1 a las huestes locales al rematar desde el centro del área un pase en profundidad de Jozy Altidore.

El partido se tornó de ida y vuelta con acciones bruscas, y por momentos amenazó con escapar de las manos del silbante López, pero el coraje no pasó a mayores.

Cuando parecía que ambos cuadros se encaminaban a un empate, apareció la cabeza de Rafa Márquez para cambiar la historia.

México supo capitalizar con sangre fria el único saque de esquina que concedieron los estadounidenses en los 90 minutos de juego.

Layún cobró con maestría un centro algo pasado que Márquez embocó por encima de dos defensas norteamericanos, para que los pocos miles de méxicanos que lograron conseguir entradas saltaran de entusiasmo.