Terremoto en Boston: Se va Ainge, ascienden a Stevens y el objetivo es Kidd
un equipo que comenzó la temporada en el furgón de los favoritos y que, a medida que transcurría la campaña, se fueron bajando de él.
Boston acabó su aportación a la temporada de forma abrupta, justo como ha sido todo en el equipo este año. Lesiones, covid-19, malas decisiones... todo se ha juntado para un mal balance que se redujo al 4-1 de los Nets en la primera ronda. Y eso que venía de ganarse el puesto siete en el Este en el Play-in.
Tan malos resultados y la sensación de que todo puede ir a peor han provocado serios movimientos en las oficinas verdes. Lo primero es que Danny Ainge, más de dos décadas al frente de los Celtics, deja su puesto como presidente, una vacante que no han tardado en cubrir. Será Brad Stevens el que a partir de ahora sea la cabeza visible como presidente de operaciones, abandonando su puesto como entrenador jefe.
Ainge, además de ser ex jugador en una de las mejores épocas de los Celtics, los años 80, fue el responsable del equipo que ganó el título en 2008 con fichajes tan sonados como Kevin Garnett y Ray Allen. Pero el fracaso de esta temporada ha acabado con una trayectoria extraordinaria.
Stevens lleva en los Celtics desde 2013 y en sus manos se pudo un proyecto con el que se quería recuperar el anillo de campeón. Ahora, el que ha sido entrenador jefe de los verdes durante ocho temporadas será el gran responsable de lo que mucho se temen en Boston, una reconstrucción.
Y como si de un dominó se tratase, las piezas que se han ido colocando han dejado el hueco en el banquillo. Y ya hay candidatos. El primer objetivo de los Celtics es el actual ayudante en los Lakers Jason Kidd, el preferido para Stevens. También está en la lista como uno de los máxios candidatos el ex técnico de los Hawks, Lloyd Price.