Un Djokovic titánico se cita con Sinner en la final de Shanghái
Novak Djokovic demostró una vez más su grandeza como tenista y como competidor para vencer por décima vez en otros tantos enfrentamientos a Taylor Fritz (6-4 y 7-6 (6) en 1h55). Lo hizo con 37 años y cuatro meses, y a pesar de las molestias que padeció en la pierna derecha y en la cadera, por las que tuvo que ser atendido al final del segundo set.
Al estadounidense, de 26 años y número 7 del mundo, le pesó, y mucho, ese cara a cara tan negativo que mantiene con el serbio, ya que tuvo opciones de llevar el partido a la tercera manga y las desperdició por pura ansiedad.
“Esto me sale así, en este tipo de batallas, particularmente al final de los torneos. En esta etapa de mi carrera, hago lo mejor para recuperarme, y aunque he tenido algunos problemas aquí y allá, físicos ayer y hoy en la pista, pero las he manejado ante un rival que está haciendo el mejor tenis de su carrera, con una final de Grand Slam”, dijo Djokovic, que se medirá el domingo (10:30, Movistar +) a Jannik Sinner en su 59ª final de Masters 1.000, para un total de 141 en el circuito ATP, tercera de 2024, tras las de Wimbledon (hierba) y los Juegos Olímpicos de París (tierra), lo que le convierte en el quinto jugador que consigue llegar a al menos una en cada superficie en lo que va de curso, tras Alcaraz, Musetti, Tabilo y propio Fritz.
Ahora está a un paso de levantar su trofeo número 100. “No había jugado en China desde hace cinco años, en un sitio donde lo hice muy bien, así que estoy muy agradecido por la energía que me dan y que hace continuar y correr. Tenía mucho deseo por estar en la final y luchar por llegar a ese centenar de trofeos. Tengo esa ocasión, ante el mejor tenista del mundo. A ver qué pasa”, añadió el de Belgrado.
Pundonor
Cuatro veces campeón y líder de la historia del torneo también en victorias (39), Novak ha alcanzado finales en esta categoría en 17 temporadas diferentes, como Federer y Nadal. Y tiene atadas las ATP Finals, puesto que ya es sexto en la Carrera.
Brillante con su servicio, enorme en el juego con el revés, Djokovic dominó a Fritz en un primer set resuelto con un oportuno break para el 3-2 y servicio, que mantuvo sin apuros. Diferente fue el segundo parcial. Después de amenazar con un nuevo quiebre, tuvo que salvar dos oportunidades del estadounidense que le hubieran puesto con 5-4, a un juego de cerrar la igualada. Tras de ser atendido por esas molestias físicas que le inquietaron, también estuvo contra las cuerdas en el desempate (3-5) y remontó como el titán que es.