Un Ferrari de brotes verdes
El nuevo color verde es la principal novedad estética para el nuevo monoplaza de Ferrari, el SF21, en el que la Scuderia tiene puestas muchas esperanzas. El tono de la 'MW' (Mission Winnow) que corresponde a la publicidad de Phillip Morris, el histórico patrocinador de la casa italiana en F1, parece querer ilustrar la necesidad de ver brotes verdes de inmediato, tras un 2020 en el que fueron sextos en el Mundial, su peor campaña desde 1980.
Pese a tratarse de un año de aparente transición, pues el cambio de reglamento de 2022 no permitirá aprovechar casi nada de este monoplaza para el futuro, en Ferrari han querido hacer un esfuerzo especial por remozar la aerodinámica del coche desde el morro hasta la zaga, e invertir en un motor que sí será trasladable al coche de 2022 y que quedará congelado en un momento dado de ese curso clave para el futuro de la F1.
Mejora térmica e híbrida
"Junto con nuestros colegas en el lado del chasis, trabajamos mucho en el diseño de la unidad de potencia, para hacer que el diseño general del automóvil sea lo más eficiente posible. Con el motor de combustión interna, nos centramos en aumentar su nivel de eficiencia térmica, en conjunto con nuestro socio Shell, y esto ha producido una mejora en el tiempo de vuelta que estimamos en más de una décima de segundo (combustible)", ha explicado el jefe de Motores, Enrico Gualtieri. "También estamos llevando a cabo un mayor desarrollo en el sistema híbrido y la electrónica, con el fin de revisar y optimizar todos los componentes", señala.
La ganancia de unos 30-40CV es la previsión optimista de la fábrica, aunque por supuesto, para los ingenieros, hablar de esas cifras es siempre tabú antes de comenzar la temporada.
Aerodinámica revisada por completo
Pero, en lo visible externamente, destaca una zona media en la que se han esmerado en pulir y evolucionar el concepto de pontones enmarcados, que Ferrari estrenó en 2017 y que el resto se equipos fue copiando uno a uno, pero donde se había quedado algo desfasado.
El aspecto es muy alentador, como lo son los nuevos pontones de caída súbita (para favorecer el 'efecto coanda') al estilo Red Bull, que le confieren un aspecto más actualizado. La anchura del coche en esa zona es menor ahora, con lo que se espera mejorar la resistencia al avance que tuvo su predecesor, el SF1000, muy poco eficiente en velocidad punta en las grandes rectas. Y cada vez abundan más los circuitos de ese tipo en el calendario.
La zaga es mucho más estrecha
Las nuevas suspensiones traseras,que pretenden eliminar las dificultades de conducción de 2020, y la caja de cambios mínima, que se ha estrechado en unos 3 centímetros respecto a la de 2020, son dos apuestas fundamentales para recuperar la docilidad en la trasera. El suelo se ha recortado por reglamento en los laterales de atrás y encontrar centímetros cuadrados en esa zona, en el centro y por encima del difusor, es una de las obsesiones de los ingenieros de todos los equipos.
En general, el SF21 trasmite un intenso trabajo en la fábrica para pulir los defectos y un aspecto general muy prometedor, en cuanto a contemplar elementos similares a los de los mejores coches de la parrilla. Sólo falta que responda de inmediato en la pista en los test de Bahréin, del 12 al 14 de marzo. Con sólo tres días de pruebas antes del primer Gran Premio, cualquier defecto grave de nacimiento será una losa para cualquier competidor.