Un gran Alcaraz destrona a Sinner para ganar su 16º título
En la mejor final posible en este momento de la historia del tenis, Carlos Alcaraz prevaleció majestuoso ante el número uno del mundo y vigente campeón del China Open, Jannik Sinner, al que destronó con una remontada memorable: 6-7 (6), 6-4 y 7-6 (3) en tres horas y 21 minutos de encarnizada pugna.
De ese modo tan épico, en un partido que fue una montaña rusa de momentos y sensaciones, el español de 21 años alzó su 16º trofeo en el circuito (cuarto este curso) y es el primer tenista capaz de ganar títulos en ATP 500 en todas las superficies, desde que se instauró la categoría en 2009: Río 2022 y Barcelona 2022 y 2023, en tierra; Queen’s 2023, sobre hierba, y Pekín 2024 en pista dura.
“Él pudo ganar en dos sets, yo también, y en tres… Fue un partido muy igualado. Sinner demostró otra vez que es el mejor del mundo, al menos para mí. El nivel al que está jugando es increíble, altísimo nivel de tenis, de tiros, físico y mental. Es una bestia. Tuve mis oportunidades en el primer set y no las aproveché. Tres puntos de set que no convertí. Pero en general, estoy muy orgulloso de cómo gestione todo”, dijo Alcaraz, que supera a Sinner por sexta vez en diez enfrentamientos (tercera en 2024 y primera en una final, tras la que perdió contra él en Umag 2022) de este clásico del presente. Carlos se venga de la derrota sufrida ante el italiano de 23 años en las semifinales del año pasado en Pekín.
“Con un set abajo y muchas oportunidades, 4-3 en el segundo set, con un punto de break abajo también, fui capaz de volver… Para mí fue un partido realmente bueno y estoy muy contento de lo que hice en el tercer set después de que él me rompiera otra vez. Y darme la oportunidad de seguir y jugar con agresividad”, añadió el prodigio de El Palmar, que no sabía que Jannik había ganado 18 de sus últimos 19 tie-break antes de superarle con un demoledor 7-0 de parcial en el que decidió el encuentro.
Reacción de campeón
“No me sentí derrotado, pero cada vez que juega Sinner un tie-break es favorito. Lo sabía, con ese 3-0 y dos minibreaks para él. No perdí la esperanza y pensé, OK, tengo que darlo todo para tener una oportunidad de estar cerca. Él jugó grandes puntos y después yo tenía que ir a por ello, y si perdía, que por eso no quedara”, relató Carlos, que tuvo un 5-2, sacó para ganar con 5-3 y desperdició tres puntos de set en la primera manga. No era fácil reaccionar después de ese palo, pero él lo hizo frente a un rival que estaba invicto en la capital china (9-1 ahora) y en racha de 15 victorias desde el US Open y llevaba 24 partidos sin caer en un 500, con títulos en Pekín, Viena, Róterdam y Halle las dos últimas temporadas.
La clave del choque para Carlos fue aguantar como un titán en el largo octavo juego del segundo set, cuando Sinner tuvo dos puntos de quiebre que hubieran sido casi de partido, porque se habría puesto con 5-4 y saque. Acto seguido, el murciano rompió y se llevó la manga. La tercera la tenía encarrilada antes de la reacción de un Jannik igualmente titánico, que luego tuvo un franco 3-0 a favor en el desempate decisivo tras levantar una ventaja en contra en el 6-5.