Uruguay siempre vuelve
El lifting de Uruguay es total. La mano de Diego Alonso ya se nota y la Celeste va lanzada al Mundial. El triunfo y las sensaciones ante Venezuela disparan la euforia en un país que hace unas semanas vivía deprimida tras la destitución del Maestro Tabárez. Pero dos partidos han bastado para comprobar que el cambio era necesario, que la Uruguay vieja y oxidada de antes puede dar paso a una mucho más fresca y dinámica con Diego Alonso al frente.
Su apuesta por Pellistri resultó total. Para muchos es un jugador frío e intermitente aún, pero su aportación ante los venezolanos fue despampanante. El futbolista del Alavés fue un incordio por la banda derecha. El marcador lo abrió Bentancur llegando desde atrás, pero fue el hombre de banda derecha el que lo desniveló. Una jugada suya propició el 2-0 de De Arrascaeta y justo antes del descanso Cavani puso la sentencia definitiva.
En ese show de Pellistri en el que se convirtió el encuentro, el extremo provocó un penalti que anotó Luis Suárez en el segundo lanzamiento, pues el primero se lo paró Faríñez. El VAR intervino para decir que hubo invasión de área por parte de los defensas, una concesión que permitió sonreír al delantero atlético por fin.
Sólo un error grosero de Giménez que aprovechó Josef Martínez deslució un final de partido plácido para los uruguayos. Valverde, inconmensurable toda la noche, fue retirado, al igual que Cavani, y Uruguay se dedicó a disfrutar del marcar y de los puntos cosechados en los dos últimos partidos que le permiten soñar con Qatar. Quién lo hubiera dicho hace unos días...