Williams presenta el FW43B
Williams presentó este viernes el FW43B con el que peleará en 2021 para no ser el farolillo rojo de la clasificación, puesto que ha ocupado durante las últimas tres temporadas. El fabricante histórico cambió de dueños el pasado año, ya no pertenece a la familia de Sir Frank Williams, sino a un grupo de inversores británicos que pretenden darle el espaldarazo económico y mediático necesario para volver a sumar puntos en la Fórmula 1. Los pilotos no cambian: el inglés George Russell, la esperanza de Mercedes; y el canadiense, Nicholas Latifi, con más patrocinadores que resultados hasta ahora.
Al frente de la compañía, se estrena como CEO Jost Capito, que hizo un gran trabajo en el Mundial de rallys con Volkswagen aunque por la Fórmula 1 pasó de puntillas y salió por la puerta de atrás cuando intentó reconducir la situación de McLaren, no duró ni cuatro meses. "Williams es un icono, un equipo que se ha ganado su reputación exitosa. Los altibajos son normales en una firma tan establecida en el tiempo, pero no deben marcar nuestro exitoso futuro en la F1 moderna", dice el alemán.
"Presentamos una nueva decoración que aúna pasado y futuro, porque en nuestro ADN está volver a la parte delantera de la parrilla a largo plazo", sostiene. Combinan el blanco con varios tonos de azul, a la espera de que entren patrocinadores que ocupen una carrocería casi desierta. A la vista, tampoco abundan los avances técnicos en el monoplaza, con el alerón delantero más espartano de la parrilla y líneas, en general, menos agresivas que las de Alfa Romeo o Haas, escuderías contra las que deberían competir. El motor Mercedes aquí apenas se nota.
El último punto lo sumó Kubica
El último punto de Williams lo sumó Robert Kubica en el GP de Alemania de 2019. Desde entonces han cerrado el pelotón, aunque Russell, de 23 años, se ha asomado al top-15 en las clasificaciones regularmente (sólo puntuó en su carrera con Mercedes). Latifi (25 años) se ha quedado en tres ocasiones a las puertas de los puntos en las carreras. Números muy humildes para un fabricante que ganó siete Mundiales de pilotos y nueve de constructores, pero que no sube al podio desde 2017. Ni parece que eso vaya a cambiar en los próximos años.