Yulimar Rojas, "Reina de Plata"
Río de Janeiro.- "Una vez que llegué a la pista sabía que iba a ser un buen día. Que hoy (ayer) sería mi día", y como una profecía así fue. En un estadio Engenhao repleto de aficionados, el nombre de Yulimar Rojas apareció en el segundo lugar de la prueba del salto triple en las pantallas del escenario. No importó que el oro se lo llevara la colombiana Caterine Ibargüen , la meta estaba cumplida, la medalla de plata le pertenecía.
Un salto de 14,98 -el mejor de cinco intentos- y el segundo mejor registro de su carrera, fueron más que suficientes para lograr la hazaña de convertirse en la primera mujer en ganar un metal olímpico para el atletismo venezolano, que rompió así la sequía de 64 años, tras la alcanzada por Asnoldo Devonish en Helsinski 1952 y hacer vibrar en un solo corazón a más de 30 millones de venezolanos.
"No sé cómo explicar la emoción que siento. Me siento muy feliz porque trabajé mucho para lograr esto. Es el logro más grande que he podido alcanzar en mi corta carrera. La novata logró la hazaña", fueron algunas de las primeras impresiones de la subcampeona olímpica, tras ser asediada por los medios nacionales e internacionales al salir de la competencia.
La medalla de plata de Rojas llega en su primera incursión olímpica y luego de apenas tres años de haber comenzado a practicar esta disciplina. "Valió la pena tantos dolores en los entrenamientos, tantas lágrimas. Sabía que podía lograrlo, que tenía la fuerza y potencial para hacerlo y así lo hice", exclamó con entusiasmo exhibiendo con orgullo el tricolor nacional.
"Esta medalla va dedicada a mi familia y a mi país", exclamó.
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