Anthony Edwards se hartó. La estrella de los Minnesota Timberwolves, que ha vivido un 2024 de eclosión entre su nivel en los pasados Playoffs ante los Suns y los Nuggets más el oro olímpico en París, no se cortó ni un pelo tras una derrota más de su equipo. Con ocho victorias y 10 derrotas nada funciona muy allá, y el 104-115 ante los Sacramento Kings (que con 9-10 tampoco están del todo bien) solo encendió al escolta. Algo huele mal en ese equipo.
Somos blandos como el demonio como equipo
Edwards, que finalizó el partido con 29 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, arremetió contra su equipo con todo tras la derrota. "Somos blandos como el demonio como equipo. Internamente, no con respecto al otro equipo. Internamente somos unos blandos", explicó tras su cuarta derrota consecutiva. No estuvieron mal en el TD Garden ante los Celtics (allí Naz Reid falló un triple para ganar), pero también suman caídas ante los débiles Raptors, los Rockets y la de la visita de los Kings.
El problema, a ojos de Ant, es interno. "No nos hablamos uno al otro. Solo somos una panda de niñatos. Y jugamos como tal: como una panda de niñatos. Todos, todo el equipo. No podemos no hablarnos uno con otro", explicó. Un problema que señala a los mecanismos internos, la toma de decisiones y las jerarquías de una franquicia que este verano apostó todo al cambiar a Karl-Anthony Towns por Julius Randle y añadir a Donte DiVincenzo. Todavía es temprano para valorar si funcionará, aunque el asunto no pinta bien.
No nos hablamos uno al otro. Solo somos una panda de niñatos. Y jugamos como tal: como una panda de niñatos. Todos, todo el equipo
Eso sí, su estrella no está jugando nada mal. Edwards promedia 28,1 puntos por noche y solo siete jugadores (Giannis, LaMelo Ball, Jokic, Shai, Davis, Tatum y Doncic) meten más que el escolta en la NBA. Pero el equipo no gana, y ahí comienzan las dudas. "Los fans nos abuchean. Es una mierda, tío. Nos abuchean en nuestra propia casa. Es una locura, una falta de respeto", agregó. Parece increíble con un equipo que fue finalista del Oeste en el último curso.
Nos abuchean en nuestra propia casa. Es una locura, una falta de respeto
AntPero sus estrellas están desconectadas y las situaciones surrealistas se suceden. La última fue ante los Kings, cuando pasaron de ganar 98-86 a falta de siete minutos y seis segundos, y terminaron cayendo por 11 (115-104) en el marcador final.