Sainz y Leclerc están condenados a enfadarse… y entenderse
Ferrari enfría el calentón. El tremendo enfado de Leclerc por el adelantamiento de Sainz el pasado sábado tras su ‘pit-stop’ y las posteriores quejas por la radio quedan resueltos, aparentemente, a juzgar por las declaraciones de los dos pilotos al llegar a Losail. Aquellas comunicaciones por radio fueron el tema de conversación del jueves en Qatar, aunque Charles quisiera despejarlo pronto con un símil de ‘lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas’. Este es un fin de semana importante para la escudería, deben resistir el tirón de McLaren en campo contrario, así que conviene tener a los dos pilotos remando en una dirección.
El monegasco abrió: “No quiero volver a lo que pasó en Las Vegas. Lo único que importa es que vamos a dar el máximo para conseguir el campeonato de constructores. No tengo dudas. Lo que pasó en Las Vegas lo discutimos, siempre he tenido una muy buena relación con Carlos. Hemos tenido carreras en las que a veces las cosas no van exactamente como queremos pero lo importante es que lo hablamos y miramos hacia adelante. Está claro para los dos que queremos ganar el campeonato de constructores y trabajaremos como equipo, no habrá problemas”. Después dio a entender que habían hablado y estaba todo resuelto.
“Tengo muy buena relación con Carlos. A veces me paso de la raya, otras veces lo hace él. Nos conocemos desde hace tiempo y nos entendemos rápido. A veces necesitamos estas cosas para resetear y no habrá problemas”, cerró antes de evitar un momento pasteloso: “No le voy a echar de menos mucho (cuando se marche de Ferrari) porque seguirá en el paddock. No es mi novia tampoco. Me cae bien, seguiremos pasando tiempo juntos. Tenemos buena relación y eso permanecerá más allá de Ferrari. No trabajaremos juntos, pero seguiremos pasando tiempo juntos. Es una buena persona, eso ayuda para que trabajemos así”.
“Somos segundo y tercero, cuarto y quinto, nos encontramos en cada salida...”
Sainz recogió el guante cuando recibió el micrófono en el hospitality de Ferrari: “Pasa siempre con nosotros, tenemos un malentendido y en caliente estamos enfadados, pero después de un par de días puedes relativizar. Cuando hablas de las cosas las puedes entender y dejar atrás, que es el ejercicio que hemos hecho en estos años. Siempre luchamos por las mismas posiciones, tenemos el mismo coche y tenemos el mismo ritmo”.
La competición en el garaje es extrema porque los dos pilotos son parejos en la pista, que es lo que cuenta. “Con Charles ha sido lo más duro porque hemos luchado por victorias y podios, los dos a un nivel muy alto de pilotaje y mucha presión, porque es Ferrari y los dos queremos ganar. Nunca ha sido tan duro antes, porque en McLaren, Renault y Toro Rosso no luchaba por victorias ni pilotaba para Ferrari. Todo suma, también tú tienes más presión y debes afrontar esos momentos duros. Y tienes que convivir durante cuatro años en los que eres segundo y tercero, cuarto y quinto, en cada salida, en cada resalida, en cada clasificación, en cada ‘pit-stop’… siempre habrá altibajos”, cierra el español, que efectivamente relativiza: “Si fuéramos primero y octavo no tendríamos problemas. Pero la relación personal siempre ha sido muy buena, en el futuro estoy seguro de que estaré contento por haberle conocido y haber corrido con él, me reiré de estos momentos. En estos cuatro años en Ferrari he disfrutado hasta de los momentos duros”.