El Principito quiere su corona
Nunca dejes de creer, que dice la grada del Metropolitano y cómo no hacerlo cuando en tu equipo tienes a Griezmann, ese Principito convertido en rey hace ya años. Un jugador de culto que, en el 95’, atrapó un balón de Lino en el área y, casi cayendo, tirándose al suelo, disparó para el 4-3. Entre la euforia y la locura. Otra vez. Si ante el Betis este equipo pareció anochecer, ante el Sevilla deslumbra fuerte a por todo. Qué largos, locos y épicos se le están haciendo al Atleti este año los tiempos de descuento. Y fructíferos.
El partido fue uno de esos Atlético-Sevilla de siempre. Eléctrico, con ritmo e intercambio de golpes. El Atleti salía con los nueve que habían descansado en la Copa más Galán y De Paul. Simeone ha encontrado su once y, ordenado 4-3-3, inició el partido inclinando el campo hacía Álvaro. Griezmann, que volvía tras la extracción de una muela, le saludó pronto. Primero a los cinco minutos con un balón que escupió el larguero y, después, con un derechazo que obligó al portero a mostrar excelentes reflejos. García Pimienta suplía la baja de Pedrosa moviendo a Gudelj del medio a la defensa y a Kike Salas al lateral zurdo. La presión altísima con la que habían salido los del Cholo provocaba que cada posesión fuese ocasión rojiblanca, llevando al fútbol eso de Ali: “Flota como una mariposa, pica como una abeja”. El aguijón lo llevaba De Paul en la bota.
No es casualidad que el buen momento del equipo coincida con su paso adelante. Un De Paul versión Argentina. Un De Paul que, después de que Isaac y Lukebakio no acertaran a despejar un balón en la frontal, lo robó, controló y se lo acomodó para, después, soltar un derechazo que voló imparable a la red. El mejor lugar donde De Paul puede demostrar lo buen futbolista que es siempre será su casa. En el Metropolitano los aplausos duraron poco. Un minuto después el Sevilla le rompía al Atleti la ceja de un puñetazo.
No necesitó más que un córner. Sacarlo en corto y que Lukebakio imitara a De Paul en la frontal. Derechazo y a la red. Oblak voló pero no alcanzó. 1-1. La noche fría, los corazones ya a mil. Al Atleti le costó recuperarse del golpe. Sin Koke, otro partido suplente como si se hubiera acelerado de pronto el cambio de tiempo, Barrios comenzó errático y, sin su tino por dentro, el equipo se atasca. Empezó a costarle encontrar espacios en un Sevilla bien plantado que hallaba pasadizos en la espalda de Giménez, que jugaba como aún con molestias. El Sevilla asestaba otro puñetazo con una contra perfecta. Kike-Peque-Kike-Isaac en una transición rapidísima y al primer toque después de que el primero interceptara un pase de De Paul a Giuliano. El último lograba celebrar al fin su primer gol esta 24-25, después de ponerle otra bandera en la espalda a Giménez y batir a Oblak con un zurdazo cruzado. El descanso llegó después de que Gallagher pidiese penalti tras un derribo de Álvaro que lo pareció y el VAR le quitara a Julián un gol por media rodilla en fuera de juego de Giuliano, en la jugada.
El partido regresó donde se había quedado. El Atleti atragantado en su exceso de ímpetu y el Sevilla con Lukebakio iluminado y bien arropado por Sow e Isaac. Con ritmo, juego, concentración y físico. Y acierto. Porque si Giuliano se topaba con Álvaro al inicio de la segunda parte, en la jugada siguiente el Sevilla se iba con el 1-3 tras plantarse por tercera vez ante Oblak. Combinó el Sevilla, centró Kike y remachó Juanlu. Cinco minutos después Grizi iniciaba la remontada. A Barrios se le había caído ya la venda y comenzaba el chorreo de juego mientras el Metropolitano vivía un momento extraño: Koke y Saúl, pilares de todo durante tanto, entrasen en el 63’, a la vez suplentes, aunque ahora rivales.
El Sevilla comenzó a acalambrarse y el Atleti a quemar ocasión a ocasión. Pero si Llorente se estampaba con Álvaro, Sorloth apuntó siempre al cuerpo del portero. Fue Lino, de trallazo lejano, quien puso el 3-3. Como Isaac, su primero del curso. El Sevilla trataba de resistir insuflando resuello pero el asistente alzó el cartelón con el descuento. Ocho minutos. Y ese es el tiempo favorito de este Atleti esta temporada. Lino centró y Grizi peleó para terminar de arrebatarle al Sevilla todos los puntos. Este Principito que reina. Y quiere su corona.