"Es por el bien del Atlético"
"No se hace nada que no sea bueno para el Atlético", aseguran desde el entorno de Diego Pablo Simeone. "Es por el bien del Atlético", insisten desde el propio club. Palabra más palabra menos, ambas versiones coinciden en lo que a la reducción del contrato del técnico respecta: hay consenso entre las partes. No conviene esperar anuncio oficial, tampoco por supuesto desmentido, pero el caso es que el nuevo compromiso del Cholo concluye en 2018, cuando el anterior alcanzaba hasta 2020. El acuerdo es total.
Cuestión distinta es atender a las razones concretas por las que se ha tomado una decisión que al fin y al cabo no resulta habitual en el negocio futbolístico. Se mencionan ahí varios factores, aunque algunos de ellos se antojen hasta contradictorios: hay que mantener el nivel competitivo del grupo, que podría estar amenazado por contratos largos; hay que conseguir que nadie se sienta atado o comprometido; hay que reconocer ahora que el compromiso firmado hace año y medio trataba de afianzar un proyecto a largo plazo cuyas bases ya resultan sólidas...
En lo que también están de acuerdo unos y otros es en restar peso al factor económico, más allá de que Simeone siga estando entre los técnicos mejor pagados del mundo con una ficha mejorada incluso. "Cualquiera que conozca a Diego sabe que el dinero no es el centro neurálgico de sus decisiones", matizan desde el cuerpo técnico. "Si él quiere irse de un sitio, al día siguiente se ha ido", añaden. En ese sentido se niega que uno de los motivos de su continuidad pase por la negativa de otras entidades a pagar la cláusula que lo liberaría.
El París Saint Germain apostó demasiado fuerte este verano, 24 millones por temporada llegó a ofrecer, como para pensar que una simple penalización haya frenado el afán del jeque por hacerse con los servicios del entrenador argentino. Hubo conversaciones con Natalia Simeone, hermana y agente del Cholo, pero la respuesta final fue negativa, de modo que la entidad francesa recuperó el que ya había sido su primer plan: Unai Emery.
Lo curioso del caso es que, también según desde el banquillo y desde los despachos, el nuevo contrato de Simeone refleja por supuesto la duración del mismo, hasta 2018, pero también la voluntad de ambas partes para seguir ligadas después. Evidentemente se trata de un punto que no compromete legalmente, pero que se marca como declaración de intenciones. Conviene recordar que para entonces el Atlético ya habrá disputado su primera campaña en el nuevo estadio... y que Argentina, si certifica la clasificación, afrontará el desafío que supone el Mundial de Rusia.
Simeone dudó tras la final de Milán, Miguel Ángel Gil y Andrea Berta viajaron a Buenos Aires para conocer de primera mano las sensaciones del míster, se alcanzó un acuerdo de continuidad y renegociación que ya está en marcha... y ahora la obsesión de unos y otros pasa por el corto plazo deportivo, en el que por ejemplo asoman Barcelona o Bayern antes del próximo parón. Hasta el 30 de junio de 2018, apuntan, queda más de año y medio. Sea como fuere, el propio Cholo podrá explicarse este viernes tras el entrenamiento del equipo, en la rueda de prensa previa al duelo liguero ante el Sporting.