Ferrari “rompe con el pasado” con un SF-24 muy intrigante
Solía decir cierto team principal ya jubilado que para cambiar de rumbo en el diseño de un coche hay que reemplazar primero a los ingenieros que lo diseñan. Ferrari presentó este martes su SF-24 y hablan de un coche que “rompe con el pasado” de sus dos predecesores en esta era técnica de la F1, “completamente rediseñado en una plataforma absolutamente nueva”, según Enrico Cardile, el director técnico. A la vista, no hay pocas semejanzas con el SF-23. Es cierto que la arquitectura de los pontones se acerca a la filosofía de Red Bull y desaparece la famosa bañera de la tapa del motor. Pero no se aprecia ninguna revolución, quizás porque esta escudería tampoco andaba tan lejos en la última fase de la temporada pasada, con Sainz victorioso en Singapur y Leclerc cerca de conseguirlo en Las Vegas.
El SF-24 se estrenó en este 13 de febrero con un pequeño ‘shakedown’ y le esperan 200 kilómetros de rodaje en Fiorano compartidos por los dos pilotos. Será el último Ferrari de Sainz. “Un coche muy especial en mi carrera deportiva”, admite el español. En las últimas semanas, la casa de Maranello ha dado un vuelco al mercado de fichajes con la incorporación de Hamilton en 2025, la renovación indefinida de Leclerc y la salida del madrileño. Eso, inevitablemente, alterará los estados de ánimo en el garaje y está por ver cómo influye en las dinámicas y las decisiones deportivas. O las órdenes de equipo.
En cualquier caso, Carlos tiene por delante 24 carreras para dejar una huella imborrable en los tifosi, aumentar la vitrina de la escudería y, sobre todo, la suya propia. Quizás su próximo proyecto le haya retroceder a una casilla de salida, a un equipo en construcción, así que habrá que disfrutar de un monoplaza capaz de subir al podio y ganar cada carrera mientras sea posible. Por ahí van los objetivos del equipo de diseño, sostiene Vasseur: “El año pasado tuvimos altibajos, éramos competitivos en clasificación y sufríamos más en la carrera. No siempre era el mismo problema, pero había inconsistencia. Y nos centramos en el hecho de que el coche tiene que ser más sencillo de pilotar”. Además, el jefe de la escudería despeja eso de que 2024 sea un año de transición, de calentar el asiento hasta que llegue el campeón: “No es cierto, el 2024 no será un año de transición. Es un año muy importante para nosotros y en eso estoy centrado. La mejor manera de preparar algo es hacer un buen trabajo. Queremos ganar carreras, no pensaremos en 2025″.
Cardile promete “un coche más fácil de pilotar que permita extraer el máximo y llegar al límite”. “Esperamos que pueda reproducir en la pista lo que hemos visto en el túnel de viento”, sentencia. Esa clase de mensajes han salido de Maranello en los últimos meses, del invierno se desprende cierto optimismo en los entornos de Ferrari. Los test de Bahréin pondrán a cada uno en su sitio, probablemente cuando el Red Bull toque el asfalto. Estéticamente, el SF-24 reproduce los colores del 499P que venció en las 24 Horas de Le Mans en 2023. Quizás sea una buena forma de empezar: se copia la librea de un coche ganador, fabricado en el mismo complejo industrial, y a ver si se le pega algo más.