Fiel a Honda
El pasado viernes, cuando la noticia de la retirada de Rosberg cogió por sorpresa a todo el Gran Circo -e incluso a Mercedes, que se había enterado el miércoles- casi todos los pilotos se lanzaron a explorar la posibilidad de subirse al asiento más cotizado de la parrilla.
España, por supuesto, ha seguido con atención las opciones de Fernando Alonso para recalar en un equipo con el que estuvo en conversaciones en 2014 y que podía tener un interés en medirle con Hamilton para unir a la mejor pareja posible de la actualidad. Ha sido una opción abierta en Brackley, donde Niki Lauda y Toto Wolff fueron cribando ayer la lista de candidatos al asiento que deja libre el campeón de 2017.
Pero Alonso ya no estaba en ella. Casi en las primeras horas de esta tensa espera, con el asturiano viajando hacia Motegi para el evento de final de año con Honda junto a Márquez y Pedrosa, Fernando ya decidió que no iba a moverse de McLaren Honda y que va a cumplir el contrato que firmó hasta el final de 2017 con el equipo británico con sede en Woking.
No era una cuestión de la complicación en una posible operación y la ruptura del acuerdo en vigor, que las había, sino por un compromiso de simple lealtad, principalmente hacia Honda. La firma japonesa le llamó a finales de 2013 para que capitaneara su regreso a la F1. Apostó por el bicampeón y le convenció para que dejase la frustración de Ferrari y les acompañara en una aventura para volver a la cumbre de la F1 desde cero.
Honda jamás le ha hecho un reproche al asturiano, pese a ciertas críticas duras y en directo, y ha realizado un gran esfuerzo por alcanzar las prestaciones de la competencia este año.
Ese compromiso es el que valora Fernando para seguir y cumplir su contrato, haciendo gala de esa lealtad que tanto se valora en Japón. Si fuera sólo por McLaren, Alonso quizás hubiera tenido muchas más dudas, pero Honda, que sostiene hoy económicamente al equipo, le merece todo su agradecimiento.
Fernando ya ha hablado con Zak Brown y Eric Boullier y les ha dicho que no se preocupen, que va a cumplir lo firmado hasta el final.
Así se explican las palabras de Brown, sustituto de Ron Dennis como jefe máximo de McLaren Group, que ayer aseguraba. "Tenemos contrato con Fernando y él está muy feliz. Obviamente, quiere ganar carreras, como nosotros, pero no estoy preocupado por este escenario". Ya había tenido la conversación en la que Alonso le aseguró que sigue.
La torpeza llegó por parte de Eric Boullier, el director de carreras de la escuadra inglesa, que se expresaba en términos parecidos, pero con una reflexión un tanto extraña. "Hay muchos rumores y eso le encanta a la gente. Pero tenemos contrato en vigor", sostenía. Aunque luego llegó su particular tesis . "No creo que sea una buena jugada, en un año como este (2017), luchar contra Hamilton en Brackley, donde se siente como en casa", afirmaba
Yerra Boullier, a la vez que menosprecia la capacidad de su estandarte. Alonso ya se enfrentó a Hamilton en su verdadera casa en 2007 y acabó empatado con el inglés, pese al huracán a favor que le soplaba a Lewis desde McLaren.
Año de cambios
En lo que tiene razón el técnico de Laval es en que la próxima temporada puede trastocar el actual orden de fuerzas de la parrilla. Alonso lo cree y no está seguro de que Mercedes vaya a ser ese dominador intratable de los tres últimos cursos. Más allá de que pueda ganar carreras, el asturiano está pendiente de progresar, de divertirse como antaño con los nuevos coches y de completar el reto, al menos con algunos podios, que se marcó cuando llegó en 2015.
No habrá reencuentro de Hamilton y Alonso vestidos de plata y esa es la principal lástima para los aficionados y para el espectáculo.