La flor de Zidane deja paso a una lección magistral de entrenador
Se acabó eso de la flor de Zidane, tal y como ha podido comprobar Sampaoli y su Sevilla, polémica al margen. Detrás de esos 38 partidos sin doblar la rodilla hay mucho más que suerte, apariciones milagrosas o simples momentos de inspiración de los muchos y buenos jugadores que tiene a sus órdenes. Hay entrenador y decisiones que sorprenden, pero que le terminan dando la razón.
La flor ha pasado a mejor vida y ha dejado paso a un señor técnico, el mismo que es capaz de sorprender a un Sampaoli que aparecía por el Santiago Bernabéu cargado de razones para ser considerado un gran entrenador. Pues bien, ha llegado Zinedine Zidane y ha sorprendido a todos dejando a Cristiano Ronaldo en la grada, a Benzema y Keylor Navas en el banquillo y a su equipo presionando como pocos equipos son capaces de hacer.
Resultó curioso ver al Real Madrid apretando al rival, especialmente en la primera parte aunque es cierto que terminó el partido presionando, en campo contrario. Ni los más viejos del lugar recordaban ver a los madridistas tapar huecos y asfixiar al rival como lo hicieron los Morata, Asensio, Modric, Casemiro y compañía. El Sevilla, el que iba ahogar al Real Madrid, se ponía rojo con el balón en los pies. Sufría. Y el que iba a sufrir disfrutaba y jugaba al primer toque. Curioso.
Zidane decidió poner sobre el césped un once atípico, raro y hasta extraño para muchos. El movimiento pudo sorprender y a algunos les llegó a parecer despreciar al rival y a la competición eso de dejar a CR7 en la grada. El francés buscaba dejar sin respuesta al Sevilla y, de paso, mandar una señal a sus jugadores de que todos son importantes, que tienen su cuota de participación en el éxito continuo que parece perseguir al Real Madrid desde que Zizou.
El técnico madridista mandó un mensaje en Japón, antes de jugar la semifinal, al afirmar que lo tenían todo previsto. Y lo demostró con creces. Con el planificado descanso de Ronaldo, el no tanto de Benzema y un equipo titular con hambre y capaz de correr del primer al último minuto y todos por igual, tiró a la lona a un Sevilla sin capacidad de respuesta. ¿No será Zidane el gran entrenador que muchos quieren ver en otros?