La versión más agresiva de Sainz: “Le pilla por sorpresa”
Es imposible contener esa lágrima traviesa en lo más alto del podio del Foro Sol, con el Ferrari ‘55′ también arriba, mientras cerca de 40.000 aficionados (hasta 400.000 asistieron a lo largo del fin de semana) corean tu nombre y te abrazan como “hermano mexicano”. Carlos Sainz celebró un triunfo impecable en el Hermanos Rodríguez que además fue doblemente especial porque en el garaje seguían la carrera su padre Carlos y su madre Reyes, además de algunos de sus mejores amigos y su pareja; y porque en el podio le acompañó su ingeniero de carrera en estas cuatro temporadas de rojo, Riccardo Adami. Curiosamente, en la foto del equipo y entre nubarrones de champán, se coló otro viejo amigo: Zak Brown.
La cuarta victoria de Sainz en la F1 tuvo mucho de gestión inteligente, imprescindible en México, pero también una salida tensa y un adelantamiento al límite a Verstappen. En la arrancada desde la pole aceptó pronto que Max le podría ganar la posición y fue listo al saltarse la curva dos, encerrado por el Red Bull, para evitar males mayores. El propio Carlos explicó: “No tuve una buena salida, pero Max y el Red Bull tienden a arrancar bastante bien en circuitos de bajo agarre y en México hay muy poco. Estaba preparado para ese escenario”.