Las Lynx extienden su dinastía como reinas de la NBA femenina
Si en la NBA la última gran dinastía que ha dominado las últimas temporadas han sido los Spurs, en la WNBA este honor corresponde a las Minnesota Lynx. El conjunto de Minneápolis se impuso a las Sparks de Los Ángeles en el quinto partido de las Finales (85-76) y logró su cuarto anillo en las últimas siete temporadas (2011, 2013, 2015 y 2017), cumpliendo con la tradición que habla de que en año impar el título cae de su lado.
Maya Moore resultó decisiva para las Lynx con 18 puntos y 10 rebotes, pero sobre todo con una canasta a falta de 26 segundos que cercenaba cualquier posibilidad de sorpresa para las Sparks. La alero suma su cuarto título y se queda en el segundo cajón del podio de jugadoras con más anillos en sus dedos, sólo por detrás de su compañera Rebekka Brunson, que suma cinco.
Sylvia Fowles, a la postre MVP de las Finales, se sumó a la fiesta de Moore con 17 puntos y 20 rebotes demostrando que hoy por hoy es la mejor jugadora interior de la competición. Junto a Moore y Fowles destacó el buen partido de Lindsay Wahlen (17) y de Seimone Augustus (14), que completaron el 'Big Four' de las Lynx.
Un equipo con demasiados argumentos ofensivos para unas Sparks que lo intentaron hasta el final, regalando una de las mejores finales que se recuerdan y aumentando un poco más una rivalidad que ya es histórica.
Las angelinas estuvieron lideradas por Candace Parker, que terminó con 19 puntos y 15 rebotes, y por Chelsea Gray, la heroína del primer partido que concluyó con 15 tantos. Las Sparks, que cometieron 17 pérdidas de balón, se quedaron a un paso de repetir título, algo que no se veía en la WNBA desde 2001.