Mercedes, una elección envenenada
Las mofas y las bromas procedentes de Mercedes, desde que Rosberg se esfumara del Mundial, parecen tratar de ocultar el verdadero problema en el que se encuentran. Contrariamente a lo que pudiera parecer, incluso a lo que le dejaron entrever a Nico para regatearle una renovación de dos años -que más de uno pagaría por correr en Mercedes-, no es tan fácil encontrar un candidato al mejor coche del mundo. "¿No era tan fácil?", parece ser el legado de Rosberg. "Pues vamos a verlo".
Forzar el desmentido
Mercedes ha dejado a algunos pilotos con el culo al aire desde aquel "nos han llamado y se nos han ofrecido todos menos Vettel, Verstappen y Kvyat", que dijo Toto Wolff. Algunos como Vettel y Verstappen se vieron 'obligados' en cierto sentido a salir a decir que tenian contrato. Y ahora le ha tocado a Fernando, casi empujado. Este punto de soberbia no le hace bien a su imagen, y no digamos si tras los primeros test de febrero ya no son la fuerza dominante y lo es Red Bull o Ferrari.
Carlos, como Fernando, se ha visto en esta trampa y ha hecho como su amigo hasta ayer, callar. Porque a Mercedes le costaría echar tierra encima de su equipo júnior (Ocón, Wehrlein) y más aún pagar no menos de 10 millones de euros por romper su contrato, a su gran enemigo de 2017, y por hacer otro nuevo tampoco barato con el madrileño. Y Carlos tampoco está para buscar un pastizal ni lo merece.
Así que el equipo donde todos irían pagando, resulta que tiene que apostar por la cantera o rascarse el bolsillo, sobre todo donde no tiene motores con los que negociar como en el caso Bottas. El único que lo vio claro y no bromeó fue Niki Lauda, que reconoció que se habían quedado con cara de bobos.
Con Pascal Wehrlein, el máximo favorito y al que también le llevan ninguneando 12 días como si fuera un segundo plato, el problema es qué tipo de oposición le plantearía a Hamilton. El mejor Lewis de este año se ha visto cuando ha estado contra las cuerdas tras las cuatro primeras victorias de Rosberg, o tras la barbacoa de Malasia. Sin alguien que lo ponga en el abismo, como logró Nico este año, el staff de Mercedes teme que Lewis continúe aletargado en algunos momentos lo que puede comprometer la temporada, sobre todo en el Mundial de Constructores, que es lo que más les interesa.
Valtteri Bottas, suficientemente trabajado, quizás puede estar al nivel de Nico y garantizar 250 puntos, y ganar la carrera que abandone Lewis. Pero 2017 no es 2016, sino el primero de la nueva era en el que Ricciardo, Verstappen, Vettel y Alonso, con el coche adecuado, pueden plantarle cara perfectamente a Hamilton.