Ni el enésimo triple-doble de Westbrook puede con Hayward
Este también es Russell Westbrook. Igual que el otro día hizo historia con un triple-doble jamás visto (35+14+21) y lideró a su equipo a la victoria ante los Pacers, hoy no ha conseguido que los Wizards sumen a pesar de cuajar, de nuevo, números extraordinarios: 22 puntos, 14 rebotes y 15 asistencias, su tercer triple-doble consecutivo y el séptimo en los últimos 10 partidos. Westbrook lleva 17 esta temporada, primero de la Liga en este apartado y récord absoluto de los Wizards en tan solo 39 encuentros. Promedia, por cuarta vez en su carrera, más de dos dígitos en puntos, rebotes y asistencias y ha hecho al menos un doble-doble en 33 de las 39 noches en las que ha saltado a pista. Pero claro, su equipo lleva solo 17 victorias, va cuarto por la cola en una Conferencia Este muy barata (o muy cara, según como se mire) y no consigue encadenar buenas rachas ni de victorias ni de buen juego, mientras espera a un Bradley Beal que suma dos ausencias consecutivas por un golpe en la cadera en un partido ante los Pistons. Es decir, los Wizards no pueden fallar si quieren llegar al play-in (del que están, por lo que sea, a solo 2,5 partidos), pero no parece que tegan la consistencia suficiente como para hacerlo. Ni que Westbrook sea el líder ideal para ello.
Con el base no existen los matices grises. Héroe o villano, estrella o estrellado, es un jugador histórico por su físico y su increíble estadística, pero también un hombre que nunca ha querido mejorar sus limitaciones ni corregir sus defectos (el lanzamiento, la defensa). Centrarse solo en sumar más y más números ha provocado que sea el blanco de las críticas y ante los Hornets, se ha demostrado como un jugador como Gordon Hayward puede dar un repaso a un equipo sin tener números tan abultados y como un equipo correcto y molón puede pasar por encima de otro con innumerables carencias, a pesar de tener una plantilla con lagunas pero con la que podría conseguir más. Gordon Hayward acabó con 26 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, dio un clínic de cómo jugar al baloncesto, lideró a los Hornets a una nueva victoria y los mantuvo en playoffs, en el cuarto puesto (24-22) de una Conferencia Este muy apretada y en la que está, atención, a solo 1,5 partidos de caer el octavo puesto. La temporada está siendo rara, no cabe duda.
Los Hornets fueron un martillo pilón: ganaron todos sus cuartos menos el tercero, que finalizó en empate. No lo hicieron por una diferencia apabullante, pero sí de manera paulatina, aumentando su distancia en el marcador a ritmo lento pero seguro, y dejando a los Wizards (114,8 puntos por partido, la cuarta franquicia más anotadora del Este) en solo 104 tantos, 23 en el último cuarto, en el que lanzaron con un 10 de 25 en tiros de campo y anotaron solo 1 triple en 7 intentos. Y sí, Westbrook consiguió un triple-doble, pero volvió a entrar en esa dinámica de mala selección de tiro y de pésimo lanzamiento que le dejó con una estadístca horrenda: 7 de 20. De nuevo, abusó del triple (a pesar de anotar 4, intentó 9), tuvo hasta 5 pérdidas en su haber (casi 38 minutos de juego) personalizó el juego en demasía y encontró a sus compañeros, pero no trasladó sus números al equipo, algo recurrente durante su carrera deportiva. En total, -6 con él en pista y una derrota dolorosa en casa, aunque todavía con un calendario favorable por delante. Su próximo partido, de hecho, es ante los Pistons... y tienen que ganarlo.
El equipo de James Borrego tuvo como líder a Hayward, pero como máximo anotador a Terry Rozier: 27 tantos con una buena serie de tiro (10 de 20, con 5 de 10 en triples), a los que añadió 7 rebotes y 4 asistencias. Además, 17+5+6 de Devonte' Graham y 16+13 de Cody Zeller desde el banquillo, lo que le convirtió en el líder de la segunda unidad. En los Wizards, Deni Avdije tuvo una noche para olvidar (3 puntos con 1 de 10 en tiros), pero el máximo anotador fue Rui Hachimura (30 puntos, con 12 de 25 en tiros), mientras que la ausencia de Beal está permitiendo a Westbrook personalizar más todavía el juego con resultados dispares. Alex Len y Jerome Robinson también superaron la decena, mientras que Robin Lopez aportó un doble-doble de 16 puntos y 11 rebotes. Es decir, los jugadores aportan gracias al suministro inagotable de un Westbrook infatigable, pero en ataque, no huelen un balón que siempre está en las manos de un genial base que a veces, no lo parece tanto. De nuevo, los matices grises no existen para un jugador histórico que tiene un poco más lejos (cada partido cuenta, un tópico muy real a ocho semanas de los playoffs) y Scott Brooks deberá encontrar la manera de equilibrar los triples-dobles y la victoria. Eso, o el final estará muy claro. Y, desde luego, no es el que quiere Westbrook. Que, de todas formas, lo quiere todo.