Schumacher, tres años de silencio
Schumacher no puede caminar". Son las últimas palabras fiables sobre el estado de salud del heptacampeón mundial de F1 y salieron de boca de su abogado, Felix Damm, el pasado 19 de septiembre. El letrado argumentaba ante el juez en una demanda contra la revista alemana Bunte, que publicó que Michael salía a pasear con ayuda de sus terapeutas y podía levantar uno de sus brazos.
Desde entonces no hay nada más. Si el piloto puede comunicarse de alguna forma o si reconoce a sus allegados y cuidadores, sigue siendo un secreto absoluto.
Mañana se cumplen tres años del accidente de Schumacher en la estación alpina francesa de Meribel. Tres años en los que su entorno, encabezado por su esposa Corinna, y su portavoz, Sabine Kehm, ha conseguido levantar un muro de silencio y protección para el mejor piloto de todos los tiempos.
Más de dos años en casa
Michael salió del coma inducido el 16 de junio de 2014 y fue trasladado desde Grenoble al Hospital Universitario de Vaud, en Lausana (Suiza), que abandonó el 9 de septiembre de ese año para recluirse en su mansión de Gland. Han pasado dos años y tres meses y nada más se ha sabido sobre su estado, aparte de testimonios confusos de los pocos que le han visitado y de que su peso no llegaría a los 50 kilos por la pérdida de masa muscular.
"He visto a Michael desde el accidente varias veces. Rezamos cada día para que progrese. La vida puede ser muy cruel. Es una persona maravillosa y lo que le pasó es trágico", comentó hace unos meses Ross Brawn, su antiguo jefe técnico primero en Benetton y luego en Ferrari y Mercedes, último equipo en el que pilotó en 2012.
Con un equipo médico de 15 personas que permanece junto al piloto las 24 horas del día, los gastos de sus cuidados ascienden a unos 140.000 euros semanales, aunque se calcula que el montante total del tratamiento desde el día del accidente ronda ya los 20 millones de euros.
La principal lucha es evitar que trascienda cualquier imagen de Michael, a punto de cumplir los 48 años, en alguno de los momentos en los que es sacado al exterior. Se dijo el pasado mes de mayo que podrían haberse tomado instantáneas a través de algún dron, y que su precio de mercado rondaría un millón de euros, si es que algún medio se atreviera a publicarlas. Pero hoy parece más leyenda que realidad todo lo que envuelve al genio de Kerpen.
"La salud de Michael no es un asunto público, por lo que seguiremos sin hacer comentarios", dijo hace unos días Sabine Kehm. "Tenemos que proteger su esfera íntima y, desde un punto de vista legal, cada declaración relacionada con su salud disminuye la extensión de su esfera íntima", argumenta la que siempre le acompañó en los circuitos como jefa de prensa personal y que también escribió su biografía autorizada.
Schumacher sigue luchando, como reza el lema que se puede ver en las redes sociales, después de tres años de inmovilidad.