Taylor Fritz se supera a costa del fracaso de Alexander Zverev
El que la sigue, la consigue. Eso debió pensar Taylor Fritz mientras gritaba “¡vamos!”, con los puños levantados, nada más vencer este martes en el US Open a Alexander Zverev. Después de no poder superar en cuatro ocasiones los cuartos de final en Grand Slams, incluida la del año pasado en el torneo neoyorquino, el californiano de 26 años y 12º del mundo alcanzó por fin unas semifinales. Lo hizo, además, con una gran victoria ante uno de los grandes favoritos a alzarse con el trofeo: 7-6 (2), 3-6, 6-4 y 7-6 (3 en 2h26.
“Me siento increíble. He estado muchas veces los cuartos de final en los últimos años, pero hoy me sentí diferente”, dijo Fritz en la entrevista postpartido. “Sentí que era mi momento de dar un paso más y es apropiado que lo haya hecho frente a este público”, añadió, para delirio de los espectadores locales.
Un finalista local
El viernes se enfrentará a su compatriota Frances Tiafoe, que pasó a su segunda semifinal en el torneo (la alcanzó también en 2022) por retirada de Grigor Dimitrov en la sesión nocturna de la Arthur Ashe, cuando le ganada por 6-3, 6-7 (5), 6-3 y 4-1 en 3h04. De ese modo, está asegurada la presencia de un estadounidense en la final masculina por primera vez desde 2006, cuando Andy Roddick, que también fue el último finalista de su país en un Grand Slam (Wimbledon 2009) y el último campeón (US Open 2003) la jugó y la perdió contra Roger Federer, que asistió al partido de Tiafoe en su primera visita al torneo desde que colgó la raqueta. Será la primera entre dos tenistas del país anfitrión desde la que le ganó Andre Agassi a Robin Ginepri en 2005. Dimitrov se lesionó en la pierna izquierda al final del tercer set y tuvo que abandonar en el cuarto.
Hace 11 años, Fritz y Zverev se enfrentaron en la primera ronda del torneo júnior del US Open 2013. Ganó el alemán, que dominaba por 5-4 el cara a cara ATP hasta hoy. Y este mismo curso, en Wimbledon, el americano remontó dos sets para vencer al hamburgués en los octavos de Wimbledon, por lo que traía una ventaja moral que supo aprovechar en un partido muy parejo, que se decidió por pequeños detalles. Zverev jugó con valentía, subiendo bastante a la red, con agresividad (52 golpes ganadores) e incluso cometió menos errores no forzados que Fritz (42-48), que decantó la balanza a su favor por el saque y su capacidad para salvar 11 puntos de break. Finalista en 2020 (cayó en Nueva York contra Dominic Thiem sin público por la COVID), Sascha pierde una gran oportunidad de ganar su primer Grand Slam, porque tras las eliminaciones de Carlos Alcaraz y Novak Djokovic el cuadro se le había abierto.